Llegaron hace un año y se han expandido como la pólvora. Son las pulseras holográficas, que supuestamente ayudan a nuestro cuerpo a obtener equilibrio, fuerza y flexibilidad.
pulserasLa asociaciones de consumidores (Facua y OCU, entre ellas) han denunciado a varias marcas por publicidad engañosa, y el Instituto Nacional de Consumo (dependiente del Ministerio de Sanidad) ha remitido una nota a las comunidades autónomas, que son quienes tienen autoridad para regular su venta, advirtiendo de que “las pretendidas propiedades terapéuticas o potenciadoras que los fabricantes y comercializadores atribuyen a determinadas pulseras incumplen lo establecido en la normativa que regula la publicidad y promoción comercial de los productos”.
Power Balance, la marca pionera, ha vendido entre 300.000 y 350.000 ejemplares. A un coste medio de 35 euros, a rebufo de Power Balance han surgido un sinfín de marcas que prometen la misma técnica: EFX, Equilibrium, Ion Balance, Powerplus, Power Equilibrium, Trion-Z, Energy Balance, Harmony Zen… Las luce gente tan diversa como el lehendakari Patxi López; Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad de Madrid; Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE; la infanta Elena, Antonio Lobato, Cristiano Ronaldo, Raúl, Guti o Belén Esteban.

¿Cómo logra tales beneficios la pulsera? Gracias a un holograma, “un derivado del plástico con la capacidad de ser programable”, en el que se han introducido “frecuencias que reaccionan positivamente al campo magnético del cuerpo”. “Las células se comunican entre sí”, dice Jose María Manzanares, director de Power Balance Madrid, que luce dos pulseras en la muñeca. “Power Balance hace que esa transmisión sea más pura y rápida”. Manzanares añade que son una empresa “tecnológica”. ¿En qué consiste esa tecnología? “Es secreta, como la fórmula de Coca-Cola”.

Para demostrar sus supuestos beneficios, Power Balance propone una serie de ejercicios. El más popular consiste en mantener el equilibrio a la pata coja con o sin pulsera. Sin embargo, ni ésta ni el resto de las marcas aporta ningún estudio científico que las avale. Los médicos consultados las consideran un fraude: “Sólo benefician a quienes las venden, es la charlatanería de siempre”, dice Pedro Manonelles, secretario general de la Federación Española de Medicina del Deporte. “Mi opinión se reduce en una frase: son un auténtico “bluf”, dice Cosme Noveda, del Colegio de Médicos.
Fuente:elpais.com

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