Uno de los juegos que más atrae a los niños es disfrazarse y, aunque suelen hacerlo en cualquier momento del año, hay algunos más propicios para ello, como Halloween.

Cuando se acercan estas celebraciones, son muchos los disfraces que se ponen a la venta, y muchos los consumidores que aprovechan para renovar estas prendas. Por eso, es importante tener en cuenta que este tipo de productos debe cumplir unas normas básicas de seguridad y conviene, antes de adquirir uno, fijarse en que se ajusten a esos requisitos.

Los mecanismos de inspección de los organismos de consumo detectan con bastante frecuencia irregularidades en disfraces puestos a la venta, que son inmediatamente retirados del mercado. Por eso, se recomienda fijar especial atención en estos productos, y principalmente si están destinados a los niños.

Requisitos de seguridad

Lo primero que hay que tener presente es que si el disfraz o cualquiera de sus complementos están concebidos para niños menores de 14 años, se consideran juguetes, por lo que deben cumplir estas normas:

  • Mostrar de forma legible y en castellano esta información en su etiquetado o envase:
  1.  Marcado CE.
  2. Nombre, razón social o marca y domicilio del fabricante o del responsable.
  3. Número de lote, serie o modelo
  4. Indicación que diga “Conservar los datos del etiquetado”.
  5. Advertencias para evitar cualquier tipo de riesgo.
  6. La advertencia “No indicado para menores de 36 meses”, si es inadecuado para niños de esa edad, y una breve explicación del peligro que conllevaría.
  7. Rango de edad para su uso.
  8. Instrucciones de uso, si son necesarias.
  9. Al tratarse, en su mayoría, de prendas de vestir, deben cumplir con los requisitos que establece la legislación para vestimenta infantil (consúltelos aquí) y mostrar en el etiquetado el número de registro industrial (en el caso de prendas fabricadas en España), la composición del producto y recomendaciones de lavado y conservación.
  • No contener piezas pequeñas que se puedan desprender y ser ingeridas por el niño.
  • No tener puntas o bordes cortantes.
  • Estar fabricados con materiales resistentes al fuego, como el nailon o el poliéster, o poco inflamables (que la llama no se propague). En este último caso, deben llevar la advertencia: “Atención, mantener lejos del fuego”.
  • Si algún complemento lleva pilas, estas deben estar suficientemente protegidas, en un espacio al que solo se pueda acceder con ayuda de una herramienta.
  • No contener sustancias que puedan explotar o materiales que puedan suponer un peligro para la salud, como el PVC o ciertas cantidades de plomo, bario, cadmio…, que se pueden consultar en el Real Decreto 1205/2011 (Anexo II: Propiedades químicas).
  • Las máscaras deben disponer de una ventilación adecuada, con orificios de un tamaño suficiente que permitan la entrada de aire. Además, deben llevar la advertencia: “Este juguete no ofrece protección”.
  • Las pelucas no deben tener un pelo excesivamente largo para evitar posibles riesgos de inflamabilidad.
  • La vestimenta no puede llevar cordeles ni cordones en la zona de la capucha y cuello, para evitar que el niño se pueda enredar con ellos. Si los llevan en alguna otra zona, y con el fin de evitar este mismo peligro, tienen que estar asegurados, para que no se puedan extraer, y no deben exceder de una longitud máxima.
  • Si el disfraz lleva flechas o algún artículo con ventosas, hay que comprobar que estas no se desprendan.

Maquillaje infantil

Si usted desea maquillar a su hijo para complementar su disfraz, tenga en cuenta que cualquier producto cosmético (el maquillaje para niños se engloba dentro de este tipo de artículos) debe mostrar en su etiquetado, entre otros, estos datos, para tener la seguridad de que han pasado el control dermatológico adecuado:

  • Contenido y lista de ingredientes.
  • Fecha de caducidad mínima.
  • Precauciones particulares de empleo.
  • Número de lote de fabricación.
  • Función del producto.

Disfraces para adultos y artículos de broma

En el caso de disfraces para adultos (mayores de 14 años), también deben cumplir con unas normas básicas sobre el etiquetado, la composición y la conservación.

Si el disfraz que va a llevar se complementa con algún artículo de broma, es importante saber que:

  • Los polvos picapica, las bombas fétidas y otros productos similares no pueden estar elaborados con polvo de panamá, bencidina, sulfuro, serrín u otros componentes que marca la legislación (Real Decreto 2330/1985).
  • Los que imiten alimentos tienen que estar fabricados con productos no nocivos.

Garantias

No hay que olvidar que cualquier producto nuevo que se adquiera dispone de dos años de garantía, y de un año los de segunda mano.

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