En los próximos días celebraremos la fiesta de Halloween. Una noche de terror y diversión, que viene celebrándose en los últimos tiempos, sobre todo entre los jóvenes y los más pequeños que aprovechan en casa y en los colegios para disfrazarse de sus personajes más terroríficos.

Al calor de esta nueva fiesta, muchos son los establecimientos que ponen a la venta disfraces y accesorios como pelucas, caretas o maquillaje que los consumidores compran para disfrutar de esta noche de miedo.

Por ello, es importante saber que estos productos y disfraces deben cumplir una serie de medidas de seguridad y conviene, antes de adquirir uno, fijarse en que cumplen con todos los requisitos.

Seguridad para los más pequeños: etiquetado

Cuando se trata de un disfraz para un menor es conveniente tener claro que si estos o las caretas son para menores de 14 años se consideran juguetes, por lo que deben llevar una regulación muy exigente en materia de seguridad e información. En este sentido, es obligatorio que en el etiquetado muestre el marcado de la CE para juguetes, además de otras indicaciones como el rango de edad o las instrucciones de uso.

Al tratarse, en su mayoría, de prendas de vestir, deben cumplir con los requisitos que establece la legislación en lo referente a vestimenta infantil y mostrar en el etiquetado, el nombre y domicilio del fabricante, la composición del producto, y las recomendaciones de lavado y conservación.

Asimismo, es recomendable prestar especial atención a la inflamabilidad de los tejidos y las pelucas, evitando en todo caso que sean muy largas, a que tenga piezas pequeñas que puedan desprenderse y ser ingeridas por los niños y a que no lleve cordeles ni cordones ya que, en la zona del cuello y la capucha, pueden provocar asfixia.

Además:

  • Evite los objetos con puntas o bordes cortantes.
  • Las máscaras deben disponer de una ventilación adecuada, con orificios de un tamaño suficiente que permitan la entrada de aire. Además, deben llevar la advertencia: “Este juguete no ofrece protección”.
  • Si algún complemento lleva pilas, éstas deben estar suficientemente protegidas, en un espacio al que sólo se pueda acceder con ayuda de una herramienta.
  • Tenga en cuenta siempre la edad del niño a la hora de elegir un disfraz.
  • Recomendable antes de comprar visitar la red de alertas.

Disfraces para adultos y artículos de broma

En el caso de los disfraces para adultos (mayores de 14 años), son artículos textiles y deben cumplir también con unas normas básicas de etiquetado, composición y conservación.

Si el disfraz que va a llevar se complementa con algún artículo de broma, es importante saber que:

  • Los polvos picapica, las bombas fétidas y otros productos similares no pueden estar elaborados con polvo de Panamá, bencidina, sulfuro, serrín u otros componentes que marca la legislación.
  • Los artículos de broma que imiten alimentos tienen que estar fabricados con productos no nocivos.
  • Carnavales: disfrazarse con garantías

Maquillaje

Si además del disfraz, el personaje que va a vestir el consumidor requiere de maquillaje tenga en cuenta que cualquier producto cosmético (el maquillaje infantil se engloba dentro de este tipo de artículos) debe mostrar en su etiquetado, entre otros, la fecha de caducidad, el contenido y la lista de ingredientes y la función del producto, para tener la seguridad de que no son perjudiciales para la salud. Además:

  • Deben informar, por medio de instrucciones, indicaciones de uso y advertencias, de todos aquellos riesgos que pudieran derivarse de su utilización.
  • No deben, bajo ningún concepto, tener aspecto, color, olor o presentación de alimento. Una apariencia engañosa que llevase a confusión a los consumidores, sobre todo a los niños, y que, pensando que son alimentos, se los llevasen a la boca, podría provocar riesgos de asfixia, intoxicación o daños en el aparato digestivo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí