El reciente “boom” de las empresas de alquiler de coches y vehículos en el mercado español ha provocado que las consultas a Atención al Consumidor sobre éste tipo de servicios, se disparen. Fianzas que se pierden, cargos adicionales con los que no contábamos y otras desagradables sorpresas que podemos evitar. Te contamos cómo.

Evite sustos con el alquiler de vehículos
Evite sustos con el alquiler de vehículos

La subida de los carburantes, la mayor conciencia ecológica y unas necesidades específicas de movilidad urbana hacen que el recurso a vehículos de alquiler sea cada vez más frecuente en España.

Junto a las consabidas y tradicionales grandes franquicias del sector, han aparecido compañías, iniciativas y nuevas prácticas que, más veces de lo debido, logran poner en jaque al Consumidor español.

La guerra de las fianzas.

Prácticamente todas las empresas de alquiler de vehículos exigen al cliente que, junto con la documentación pertinente, aporten una tarjeta de crédito. De ésta forma la compañía garantiza un método seguro de cobro en caso de producirse cualquier incidente ó desperfecto.

Paralelamente, algunos servicios realizan un cargo adicional al coste del alquiler en concepto de “fianza”. Éste cargo resta crédito del total de la tarjeta del Consumidor aún cuando no llegue a hacerse efectivo. Si todo va bien ésta “retención cautelar” sobre tal importe, se desactiva pasados unos días y, sólo así, podemos volver a disponer de ése dinero.

El problema surge cuando, al entregar un coche, surge una desavenencia entre cliente y empresa; ésta última dispone de medios para realizar un cargo, prácticamente, sin disponer de nuestra autorización; bien haciendo uso de los datos de la tarjeta, bien recurriendo a la consabida fianza.

Problemas para el Consumidor.

La resolución de éste tipo de de casos es posible… pero compleja, ya que – en más veces de las deseadas, el propio servicio de alquiler se convierte “en juez y parte” fallando, como es lógico, a favor de la compañía y en contra del consumidor cuando surge cualquier discrepancia.

Por ello, y antes de contratar el alquiler de un vehículo es más que conveniente tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • En primer lugar es muy importante que acudamos a un establecimiento ó empresa de confianza que nos ofrezca las debida garantías como Consumidores.
  • Antes de realizar cualquier operación debemos comprobar que precios y tarifas están a la vista del público (obligatorio) las compañías tienen total libertad para aplicar las tarifas, por lo que podemos llevarnos alguna sorpresa nada agradable si no revisamos previamente éste aspecto.
  • Si finalmente deseamos contratar el servicio debemos exigir que se plasmen todas las tarifas, condiciones, conceptos y cuantías en un documento escrito en el que, paralelamente, se detallará el coste de la operación que vamos a realizar.
  • Antes de firmar debemos revisar minuciosamente el contrato prestando especial atención a aspectos como las condiciones de entrega, tasas adicionales… y la ya mencionada franquicia (que tantos quebraderos de cabeza genera).
  • Una vez asignado el vehículo, debemos revisarlo concienzudamente y en caso de percibir cualquier desperfecto ó daño, debemos notificarlo antes de hacer uso (en muchas ocasiones es recomendable fotografiar ante el vendedor los daños visibles del vehículo).
  • A la hora de facturar el servicio es crucial verificar que se haya procedido tal y como nos indicaron y establecieron en el momento de la contratación. En caso de existir cualquier desavenencia, no duden en contactar con Atención al Consumidor para recibir el debido asesoramiento.

 

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