Realizar un mantenimiento básico en este invierno 2011-2012 puede alcanzar 600 euros.

La adversidad climática del invierno compromete el funcionamiento del vehículo y plantea unas condiciones de conducción que requieren una preparación especial antes de salir a la carretera. Adherencia de los neumáticos, mecanismo de encendido, visibilidad del propio vehículo y del entorno son las claves para desplazarse sin dolores de cabeza. Efectuar un mantenimiento básico al inicio de este invierno 2011-2012 puede alcanzar 600 euros.

Revisar el coche, cada vez más caro

La revisión del coche en invierno requiere especial atención cuando se planea un viaje largo que atraviese distintas geografías, condiciones climáticas adversas y situaciones de viaje imprevistas. Aunque un mantenimiento periódico puede eximir de gastos de último momento, lo habitual es que entre los preparativos del viaje se cuente también la puesta a punto del vehículo. Revisión de neumáticos y frenado, cambios de aceite o control del equipo de iluminación, entre otras cosas, engrosan el detalle de los gastos previos a las vacaciones, además de la cuenta del mecánico, que en este invierno reflejará los efectos de la crisis.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los repuestos y accesorios de mantenimiento subieron un 1,7% en los primeros 10 meses de 2011, con un incremento interanual del 2,3%. Si se atiende a los servicios de reparación y mantenimiento, aumentaron un 1,5% en lo que va de año y un 1,8% desde la misma fecha del año anterior. Esta subida en los precios sitúa la tasa interanual del rubro en la cifra del 3,1%, lo que equipara la cifra del IPC general.
Aspectos destacados de la revisión del automóvil

Tanto un examen exhaustivo como la comprobación elemental del funcionamiento y el equipamiento necesario para el invierno requerirán la revisión de algunos componentes elementales para un viaje sin contratiempos.

  1. Sin duda, carburantes y lubricantes serán esta temporada los aspectos más costosos. En efecto, han experimentado un crecimiento mayúsculo en los primeros nueve meses del año, con subidas promedio del 9,1%, que resulta más notable aún si se miran en perspectiva los últimos 12 meses desde octubre pasado, ya que manifiestan un incremento del 15,7%.
  2. Anticongelante: será necesario comprobar su estado y adaptar la mezcla a las temperaturas del destino elegido.
  3. Cambio de aceite y filtro. El aceite limpio y de alta calidad cuidará el motor en los arranques en frío. Usar el aceite recomendado por el fabricante del coche supone mayor seguridad.
  4. Alternador y sistema de encendido: en condiciones de frío, la batería tiene que trabajar más de lo normal, por lo que es esencial medir la carga del alternador antes de emprender viaje.
  5. Luces del coche: tanto los faros delanteros, como las luces de freno y los faros de niebla requerirán la revisión pertinente.
  6. La visibilidad es la clave para la seguridad: algo tan sencillo como unos limpiaparabrisas en buen estado puede ser la diferencia entre ver al coche que va delante y no verlo.
  7. Inspección de correas y manguitos: así se evitará que las viejas grietas se vean castigadas por la baja temperatura.
  8. Cambio del filtro de aire del habitáculo: en los vehículos con este dispositivo, los contaminantes almacenados en el filtro durante verano y otoño se liberan dentro de la cabina al poner la calefacción alta durante el inviero.
  9. Encerado de la pintura: así se evitan los efectos de la lluvia y la nieve, que unidas a la sal pueden corroer la pintura. Una capa de cera es el mejor escudo contra estos agentes.

Los neumáticos y la nieve

La adherencia del coche durante las nevadas es primordial para la circulación. Dentro del equipamiento, la provisión de cadenas antideslizantes será indispensable para encarar un viaje en invierno. Sin embargo, si las cadenas deben comprarse por primera vez, habrá que evaluar la conveniencia y ventajas que brindan los neumáticos de invierno.

Aunque aún es difícil distinguir en qué medida vale la pena incorporar esta nueva tecnología, se deben valorar argumentos, como el hecho de que cuando el asfalto está a una temperatura inferior a 7 grados centígrados, el neumático de “invierno” se agarre más sobre asfalto seco que los convencionales.

Esta mayor adherencia se debe, sobre todo, a que el compuesto de goma es más blando y su coeficiente de rozamiento con el suelo es mayor. Su precio, claro está, también lo es: son entre un 8% y un 15% más caros que los tradicionales. En todo caso, si la urgencia pasa por no perjudicar más al ya castigado bolsillo por un viaje invernal, las viejas cadenas antideslizantes estarán al alcance de todos, como cada invierno.
Fuente:consumer.es

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