La Universidad de Zaragoza diseña un “quitamiedos” inteligente para reducir las lesiones y muertes de ciclistas y motoristas.

El 15% de los motoristas europeos que sufren lesiones o fallecen en accidentes de tráfico es víctima de los sistemas de retención en carreteras.

La Universidad de Zaragoza ha diseñado un nuevo sistema de retención en carreteras, inteligente y seguro, para evitar las lesiones, amputaciones y muertes de los usuarios más vulnerables, como son ciclistas y motoristas, en los accidentes de tráfico. La institución universitaria recuerda que en la actualidad, el 15% de los motoristas europeos que sufren lesiones o fallecen en accidentes de tráfico es víctima de los “quitamiedos”. Solo en España, casi 5.000 motoristas chocaron contra “quitamiedos” en 2005, de los que 700 fallecieron.

Los dispositivos de absorción de energía creados por la Universidad de Zaragoza están fabricados con acero y diseñados para que puedan deformarse, lo que mitiga el impacto del conductor de forma progresiva. Pero además de mejorar el diseño de los sistemas de contención, los investigadores han implementado una red de nodos integrados que informará a los conductores sobre el estado real de la carretera y del tráfico, condiciones climatológicas, densidad de tráfico, obstrucciones, con el fin de reducir los accidentes. Esta red inteligente “reducirá los tiempos de asistencia en caso de accidente, al alertar a los servicios de tráfico y emergencia de la localización exacta y del tipo de choque“, asegura el centro universitario.

El proyecto SMART RRS, coordinado por el investigador Juan José Alba, científico del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, fue ensayado el 14 de marzo conforme a las exigencias de la normativa española (una de las más exigentes y referente para otros países europeos). Los resultados obtenidos confirmaron que la nueva barrera “ofrece el más alto nivel de protección (Nivel 1) ante un impacto a 60 kilómetros por hora, mientras que los parámetros biomecánicos mostraron que, si este ensayo hubiese sido un accidente real, el motorista habría resultado con contusiones leves en la zona del cuello. Sin embargo, el conductor habría fallecido sin este sistema de protección“, explicó el centro universitario.

En el proyecto SMART RRS, del VII Proyecto Marco de la Unión Europea, participan 10 socios de cinco países europeos (Reino Unido, Italia, Bélgica, República Checa y España), y cuenta con una financiación de 3,4 millones de euros. El objetivo global del Proyecto SMART RRS es reducir el número de lesiones y muertes por siniestros en carretera, ya que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se espera que en el año 2020 las lesiones debidas a los accidentes de tráfico constituyan la tercera causa mundial de enfermedades y lesiones. Fuente:consumer.es

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