Leer la letra pequeña del contrato y dejarlo lo más cerrado posible evitará que después se cuelen cláusulas y detalles imprevistos que encarezcan el alquiler de un coche.

Las vacaciones perfectas no existen, pero entre no alcanzar la perfección y que sean un completo desastre hay una gran diferencia, y casi siempre está en la organización previa. Una de las circunstancias que pueden chafar un viaje de ensueño es tener problemas a la hora de alquilar un coche. Y es bastante frecuente. De hecho, el Centro Europeo del Consumidor de España (CEC) ha detectado, tras observar el elevado número de reclamaciones que recibe contra compañías de alquiler de vehículos, que estas empresas realizan prácticas susceptibles de vulnerar los intereses económicos de los consumidores. Para evitar ser engañados o víctimas de abusos, conviene prestar atención a una serie de cuestiones que se detallan en el siguiente artículo, como leer con atención las condiciones y la letra pequeña del contrato o analizar con atención el estado del automóvil antes de llevárselo.

Consejos para evitar abusos al alquilar un coche

1.-   Comparar antes de contratar. Es una regla de oro, básica, pero que se olvida demasiado a menudo. Nunca se debe contratar ningún servicio sin antes haber comparado precios y condiciones.

2.-   Verificar las tarifas. Al preguntar por los precios, hay que insistir cuanto sea preciso para saber qué incluye exactamente: tipo de seguro, si están también las tasas, impuestos, etc. Nunca se debe firmar un contrato de alquiler de coche sin saber cuánto y por qué servicios se pagará. Es mejor ser precavido, y rayar en la pesadez, que lamentar luego no haber hecho preguntas y pagar por conceptos que se desconocían.

3.-   Tener cuidado con el contrato. Hay que revisar bien el contrato y la letra pequeña. Una vez firmado, se autoriza cualquier cargo posterior que la empresa pueda estimar oportuno. Si se deja todo lo más cerrado posible, es más dificil ser víctima de abusos.

4.-   Prestar atención si piden un adelanto. Es habitual que se solicite un depósito que se reintegra al llevarles el vehículo. Por lo general, se quedan con los datos de la tarjeta de crédito, para asegurarse la vuelta del coche. En algunos casos, si la compañía considera que se ha incumplido alguna cláusula o el automóvil se ha recogido en mal estado, etc. cobran directamente la reparación a esa tarjeta. Si se observa algún cargo de este tipo, se puede ir al banco para que devuelvan ese recibo y bloquear posteriores pagos a esa empresa.

5.-   Ser más cauto si se contrata por Internet. Si se ha alquilado con mucha antelación, hay que confirmar con la empresa que se mantiene la reserva, sobre todo según se acerca la fecha. Porque si no, a veces, al llegar puede ocurrir que la firma asegure que se anuló la reserva. En ocasiones, cuando el alquiler que se hizo con antelación fue muy barato, y era para temporada alta, la empresa adjudica su coche a otro. Si necesitan vehículos, lo darán a quien llegue, y siempre sacarán más dinero que de la reserva.

6.-   Asegurarse del límite de kilómetros. Hay que intentar contratar con una compañía que no tenga límite de kilometraje, porque si no, al sobrepasar los acordados, los recorridos de más se cobran aparte.

Si hay limitación, además de saber con total exactitud cuánto cobrarán por kilómetro, conviene repasar todos los trayectos planeados y añadir unos 100 kilómetros más. Con esa cifra, hay que hacer cálculos y ver si sale mejor pagar un extra que permita tener kilometraje ilimitado, o pagar kilómetro a kilómetro los que se puedan sobrepasar.

7.-   Dejar bien atado con qué seguro se cuenta. En muy pocas empresas brindan un seguro a todo riesgo y sin franquicia. Lo más frecuente es que haya seguros a todo riesgo y con una franquicia (hay que intentar que esta no supere los 300 euros). En el contrato se debe detallar con claridad tanto el precio del alquiler como el del seguro que se contrata.

En caso de que solo se tenga la opción de seguro obligatorio, hay que tener mucho cuidado, o pensar en otra compañía, pues el mayor riesgo viene de rayones y golpes de chapa. Con el seguro obligatorio el usuario se verá obligado a pagar cualquier pequeño desperfecto.

8.-   Revisar el estado del coche antes de firmar el contrato. Enlazado con el punto anterior, y para evitar problemas, hay que obligar a la empresa de alquiler que detalle en el contrato cada rayón, bollito o mancha de carrocería y tapicería que tenga el automóvil. Además, se debe mirar el coche una y mil veces, de manera exhaustiva, antes de salir: techo, llantas… Conviene también abrir el maletero y ver si está rayada la chapa de meter y sacar maletas, probar la radio y los elevalunas, etc.

Para tener todavía más seguridad, no está de más fotografiar el vehículo desde distintos ángulos y cada pequeño desperfecto. Además, se deben hacer fotos del estado del coche una vez entregado, ya que a veces no hay nadie en el momento de la devolución, sino que debe dejarse en un aparcamiento. Por ello, conviene tener una imagen (en la que salga la fecha y la hora), con el fin de demostrar el estado en que se llevó el turismo alquilado a la empresa.

Y si se ha firmado el contrato sin ver el coche, antes de moverlo se deben seguir los consejos señalados.

9.-   Verificar las condiciones sobre el combustible. Lo idóneo es que lo den lleno y devolverlo lleno. A veces, cobran un depósito por su precio (debe aparecer una cantidad cerrada en el contrato), que se debe evitar en lo posible.

10.-   Ser precavidos si lo conducirá más de una persona. En el caso de que haya un segundo (o tercero) conductor, cobran un extra por día, que es caro, sobre todo cuando es menor de 26 años o con menos de cinco años de carné.

11.-   Hay que guardar toda la documentación. Aunque se alquile por Internet, conviene tener todos los papeles para poder reclamar si es necesario.

Las prácticas abusivas confirmadas por el CEC

El Centro Europeo del Consumidor de España realizó un informe sobre posibles cláusulas abusivas y desleales en los contratos de compañías españolas de alquiler de vehículos, cuya naturaleza abusiva ha sido confirmada por las autoridades competentes:

→ Política de combustible. Se obliga al consumidor a pagar en el momento de recogida del coche un importe por el tanque lleno de combustible y devolverlo con el depósito vacío. En este caso, hay falta de reciprocidad por el cobro de servicios no usados de manera efectiva.

→ Precio final de la reserva on line. El importe final no se ajusta con el coste real del servicio, si se devuelve el automóvil en un establecimiento distinto al que tuvo lugar la entrega, o se hace fuera del horario de oficina. Las compañías no indican que, en estos dos supuestos, habrá un cargo extra. Es una práctica comercial engañosa.

→ Pagos por la prestación de servicios tras la devolución del vehículo. En el momento de la entrega del coche a la empresa, algunas compañías revisan daños menores y de limpieza, sin la presencia del consumidor, y realizan en su tarjeta de crédito un cargo, en caso de detectar algún daño menor. Es abusivo, pues da al empresario la facultad de aumentar el precio inicialmente estipulado sin que haya razones objetivas.

→ Condiciones de pago. Hay cláusulas que limitan las condiciones de pago, pues solo aceptan tarjetas de crédito. Es un abuso, al imponer una renuncia o limitación de los derechos del consumidor.

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