Hace apenas unos días saltaban las alarmas: numerosas gasolineras de toda España han estado comercializando como gasóleo de automoción, un gasoil adulterado de procedencia agrícola que está ya causando serios problemas en los vehículos de gran número de usuarios.
Durante las últimas horas, han sido numerosas las consultas a nuestro servicio Atención al Consumidor por parte de usuarios cuyos vehículos han empezado a padecer “el fraude del gasoil”.
Si considera que su vehículo puede ser uno de los afectados, no dude en contactar con nosotros para ayudarle a adoptar las medidas oportunas”.
Un denominador común: oscilaciones en el rendimiento del motor, pérdida paulatina de par motor y potencia y, pasados varios días, una avería que impide el normal uso del vehículo.
Cuando el fraude pasa factura.
El gasóleo fraudulento es sometido a un tratamiento que elimina el color y el olor del gasoil agrícola. Paralelamente se le introduce un pequeño porcentaje de queroseno (para intentar paliar su menor rendimiento energético) y pasa a comercializarse como gasóleo convencional de automoción.
Los daños en el motor no tardan en manifestarse, especialmente en vehículos nuevos, de alto rendimiento y/o con mecánicas sobrealimentadas. Tal y como nos han comunicado telefónicamente usuarios de las 24 provincias afectadas (con más de 98 detenidos), las reparaciones necesarias para cada vehículo rondan los 3.000 euros de media.
Importante actuar lo antes posible.
Desde Consumo seguimos exigiendo la publicación de los establecimientos infractores, para que todos sus usuarios puedan adoptar las medidas paliativas necesarias.
A falta de tal información, si consideran que su vehículo puede ser uno de los afectados, no duden en contactar con nosotros para poder adoptar las medidas oportunas.
