El Instituto de Salud Carlos III liderará un proyecto europeo para el desarrollo clínico de un microbicida capaz de evitar la transmisión sexual del VIH

La investigación estará coordinada por José Alcamí, Jefe de la Unidad de Inmunopatología del SIDA del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.

El proyecto ha sido posible gracias a la colaboración con una empresa española de biotecnología, que ha desarrollado y patentado la molécula pura del antioxidante natural más potente que se conoce y que hasta ahora se extraía del olivo.

  • Se espera que tras los resultados de este proyecto se pueda avanzar en el desarrollo clínico y que esté en el mercado en un plazo de 5 años.
  • En el cono Sur de Africa, dónde afecta al 20% de los adultos, este microbicida podría representar el único medio para que las mujeres eviten el contagio y estaría “culturalmente” aceptado.
  • El aumento de nuevos casos de infección en países desarrollado sigue siendo una constante, en España se calcula que se producen entre 3.000 y 5.000 contagios nuevos cada año.

Un nuevo microbicida, con capacidad antiviral directa y antiflamatoria, podría abrir la puerta para evitar la transmisión sexual del VIH sin necesidad de emplear otro método barrera. La molécula, desarrollada y patentada por una empresa española, se pondrá a prueba en un estudio de dos años de duración financiado por la Comisión Europea con casi dos millones de euros que comienza en octubre de este año y será coordinado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Las claves del proyecto han sido presentadas hoy en la Escuela Nacional de Sanidad de Madrid por el coordinador del proyecto José Alcamí, Jefe de la Unidad de Inmunopatología del SIDA del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII y Eduardo Gomez-Acebo, Gerente de Seprox, la empresa española que ha desarrollado y patentado la molécula

La molécula, el Hydroxytyrosol, es el más potente antioxidante natural que se conoce que hasta ahora se extraía del olivo, está presente en el aceite de oliva virgen extra (pero en cantidades muy pequeñas y variables de unos a otros aceites), responsable, junto con otros compuestos fenólicos, del sabor amargo característico del aceite de oliva. El logro de la empresa biotecnológica española ha sido desarrollar un método de síntesis química y enzimática para producirla a un grado de pureza única.

Alcamí, destaca las ventajas de este nuevo compuesto. “Se trata de una sustancia totalmente nueva y pionera tanto por su mecanismo de acción como por su estructura química molecular ya que combina dos mecanismos diferentes frente al VIH: la actividad antiviral directa y la antiinflamatoria; esta última reduce la capacidad del virus para infectar los linfocitos en las mucosas

En la investigación, además del grupo del ISCIII, participaran una veintena de investigadores del Centro de Investigación en Energía Atómica de Paris y del Hospital San Raffalle de Milán.

Lo novedoso del compuesto llevo a la Comisión Europea a seleccionarlo, entre más de un centenar de diferentes áreas de actuación, para recibir una financiación de 1,8 millones de euros, lo que permitirá avanzar en su desarrollo.

El proyecto de investigación se ha diseñado para tratar de demostrar, en un modelo animal superior, que la molécula podría ser realmente eficaz y así sentar las bases para iniciar los estudios clínicos en humanos. De confirmarse la hipótesis de los investigadores, el nuevo fármaco podría estar comercializado en un plazo máximo de 5 años.

Biotecnológica española

Los primeros pasos del proyecto se dieron hace dos años cuando la empresa, contacto con el Instituto de Salud Carlos III para evaluar la potencial actividad antiviral y antiinflamatoria de uno de sus compuestos en el abordaje del VIH. En la actualidad la empresa ha patentado la molécula y confía que pueda convertirse en una nueva alternativa terapéutica al VIH.

El desarrollo de los microbicidas, especialmente en forma de cremas de aplicación vaginal, representa un área de investigación muy activa en el campo del SIDA. Estos compuestos son especialmente útiles en determinados contextos socio culturales para disminuir la propagación de la infección del VIH, especialmente en los países del Africa subsahariana o de Asia pero también en colectivos dónde el uso del preservativo no se sigue de manera rigurosa.

En poblaciones del cono Sur de África, lugar donde el SIDA es una epidemia devastadora que afecta a más del 20% de la población adulta, la mujer estaría perfectamente protegida con un único sistema de profilaxis que “culturalmente” estaría aceptado. En muchas situaciones, microbicidas como el que vamos a investigar, representa el único medio de que la mujer dispone para evitar el contagio”, añade Alcamí.

No obstante, este proyecto de investigación va más allá de ser una alternativa para los países menos favorecidos en la lucha contra la infección y se enmarca en el contexto actual de aumento de la enfermedad en los países desarrollados. Se estima que solo en España se producen entre 3.500 y 5000 nuevos casos cada año.

Existe una percepción de disminución de riesgo debido a la pérdida del miedo al contagio que se ha instalado principalmente en la población joven y que está llevando a la proliferación de prácticas sexuales sin que se tomen las medidas preventivas necesarias”, advierte José Alcamí.
Fuente: Instituto de Salud Carlos III

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