Pueden provocar incendios, choques eléctricos, quemaduras y lesiones.
En lo que va de 2009 las autoridades de Consumo han ordenado la retirada del mercado de al menos veintidós modelos de guirnaldas luminosas, utilizadas en estas fechas especialmente para adornar árboles de Navidad y belenes.
Los artículos han sido incluidos en la red de alerta de productos no alimentarios peligrosos, que coordina el Instituto Nacional del Consumo (INC).
Hasta hoy, las guirnaldas con orden de retirada del mercado o prohibición de su importación que aparecen en la web del INC en 2009 son veintidós: la Xunta de Galicia ha notificado ocho, la misma cantidad que la Comunidad de Madrid, la Generalitat de Cataluña tres, el INC dos y la Junta de Andalucía una.
Entre los motivos, cables con grosor inferior al requerido por la normativa europea, falta de protección contra la humedad, ausencia de suficiente resistencia mecánica o conexiones inadecuadas.
El incumplimiento de la normativa en la fabricación y etiquetado de estos productos implica riesgos de incendio, choque eléctrico, quemaduras y lesiones. La asociación recuerda que estos artículos son utilizados habitualmente por los niños, suelen estar encendidos muchas horas y, generalmente, sin vigilancia.
Un reciente estudio elaborado por la Comisión Europea indica que el 30% de las luces navideñas que se comercializan en la UE son peligrosas por el riesgo de incendios o de descargas eléctricas.
Consejos a los consumidores
Las guirnaldas deben identificar en su etiquetado a la empresa responsable de su venta en la UE e incluir en castellano una serie de advertencias de seguridad.
Consejos en relación al uso de guirnaldas: Si algunas de las lámparas fallan, para evitar calentamientos es necesario sustituirlas de forma inmediata por otras de la misma tensión y potencia nominal. Pero no deben quitarse ni insertarse lámparas mientras la guirnalda esté conectada a la red eléctrica, como tampoco debe enchufarse la guirnalda mientras se encuentre en el embalaje.
Si alguna de las luces tiene malas conexiones o cables deshilachados o pelados, lo mejor es devolverla al establecimiento. No debe conectarse eléctricamente una guirnalda a otra guirnalda si no están previstas para ello.
Asimismo, hay que comprobar cada luz para ver si tienen malas conexiones o cables deshilachados o pelados; y si es así, lo mejor es devolverlas o tirarlas si son muy viejas.
No deben dejarse las luces encendidas durante todo el día o toda la noche ya que el calor de las lámparas o un cortocircuito pueden producir un incendio.
Para mayor protección contra un choque eléctrico, deben enchufarse las luces y adornos del exterior en circuitos protegidos con interruptor de toma de tierra.
Al ir a dormir o salir de cada deben apagarse todas las luces. También hay que sujetar bien las luces exteriores a los árboles, a las paredes de la casa, o a otros soportes con grapas con aislamiento, pero no usar ni clavos ni chinchetas.
Hay que recordar que tanto los árboles naturales navideños, como los artificiales, son muy inflamables y pueden transformarse rápidamente en una antorcha en contacto con una llama o un cuerpo incandescente. Si estos además están recubiertos de espumillón o nieve artificial el riesgo de incendio aumenta.
Fuente: facua.org