Las prácticas virtuales, una novedad en nuestro país, permiten a los universitarios adquirir experiencia profesional en un entorno on line.

Las prácticas profesionales son una de las mejores vías para adquirir experiencia y favorecer el acceso al mercado laboral. Por ello se aprovechan sus posibilidades y el entorno virtual no podía pasarse por alto. Los estudiantes universitarios de grado y máster de nuestro país tienen la posibilidad de realizar prácticas profesionales a distancia, a través del ordenador, pero en un ambiente profesional. En este artículo se explican en qué consisten las prácticas virtuales, cuáles son sus ventajas y cómo obtener una plaza.

Las prácticas se realizan a través de una plataforma virtual, en la que los estudiantes han de resolver casos reales”.

El número de créditos que los estudiantes de grado y máster oficial deben superar para obtener el título es una cuestión que preocupa. Para dar por concluidos los estudios, es necesario llegar a un mínimo y, por ello, se deben garantizar vías suficientes para conseguirlos. Contabilizan los trabajos, los proyectos y las prácticas, que pueden ser optativas u obligatorias. En este último caso, “se estima que, a nivel nacional, serán necesarias más de 150.000 plazas anuales de prácticas formativas”, precisa la Fundación Universidad Empresa. Y es que en el actual contexto de crisis, los estudiantes universitarios de grado y máster aumentan y se requieren plazas suficientes para todos: en el curso 2011-2012 hubo 1,5 millones de alumnos, un 2,3% más que en el anterior.

Prácticas 2.0, en qué consisten

Desde 2011, la Fundación Universidad Empresa (FUE) desarrolla un programa de prácticas on line para alumnos de últimos cursos de carrera (diplomatura, licenciatura, ingeniería, arquitectura o grado), máster, inmersos en la realización del proyecto fin de carrera o del proyecto fin de máster. La propuesta se plantea como un modelo complementario, “no sustitutivo”, del actual modelo de prácticas presenciales en empresas. Pero de este modo la oferta se ajusta mejor a la demanda. El programa e-start se basa en prácticas no presenciales para adquirir “una formación práctica certificada y con reconocimiento de créditos ECTS (European Credit Transfer System) en campos acordes a sus estudios”.

Las prácticas se realizan a través de una plataforma virtual, en la que los estudiantes han de resolver casos reales planteados por la empresa, asociación empresarial o institución con la que se establece el convenio. A través de esta plataforma, los estudiantes se comunican con el tutor académico, el tutor empresarial y la Fundación Universidad Empresa. Es su vía de contacto para resolver cualquier duda y asegurar el éxito de la experiencia.

La iniciativa se dirige tanto a entidades públicas como privadas y se basa en el sistema LIFE (Live and International Future Experience), desarrollado por la consultora holandesa La’Met Education. FUE tiene suscrito un acuerdo de colaboración con esta, a través del cual cuenta “con la licencia en exclusiva para la implementación en España por un periodo de vigencia inicial de 10 años”. El programa LIFE, explica FUE, “ya se aplica con éxito en diferentes universidades en Holanda, Reino Unido y Polonia”.

El programa e-start, desde mayo de 2011 hasta diciembre de 2012, ha contado con la participación de 215 empresas de todo el país, un total de 1.329 estudiantes y cuatro universidades: Universidad San Pablo CEU, Universidad de Alcalá, Universidad Camilo José Cela y Universidad Internacional de La Rioja.

Las “Prácticas profesionales virtuales en el EEES” son la propuesta de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), elegida como buena práctica por la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid. En su caso, no solo se sugieren como la resolución de casos prácticos de estudio, “sino que el alumno desarrolla propuestas reales planteadas por la empresa”, subraya la directora del Centro de Orientación, Información y Empleo (COIE) de la UNED, Cristina Ruza. En 2012 se realizó una experiencia piloto con 70 estudiantes de más de doce titulaciones, incluidos estudios de posgrado, y el programa se mantendrá vigente durante 2013, con prioridad para los alumnos con discapacidad.

Ventajas de las prácticas on line

Según las previsiones de FUE, el mercado actual de prácticas no tiene capacidad suficiente para garatizar una plaza a todos los alumnos, “de todo tipo de titulaciones”, que necesitan realizarlas para finalizar sus estudios y obtener el título de grado o máster. Sin embargo, las prácticas on line se adaptan mejor a este escenario. Entre otras barreras, superan la falta de espacio físico o recursos que en ocasiones impide el desarrollo de prácticas y mejora las oportunidades de colaboración entre las universidades y las pymes, “que debido a su dimensión, tradicionalmente han tenido menos ocasiones de colaborar”.

Cristina Ruza reconoce que, en su caso, también han detectado que los trabajadores autónomos y las pymes son “quienes menos estudiantes en prácticas solicitan por una cuestión de espacio, ya que muchas veces no tienen la posibilidad de garantizar un escritorio y un ordenador” al alumno. Con estos programas, destaca, “se salva esta dificultad”, además de superarse las barreras geográficas. “Estudiantes que viven en islas o en ciudades donde no pueden acceder a grandes empresas, tienen la posibilidad de hacerlo de esta manera”, precisa. La modalidad de prácticas a distancia equilibra la oferta y la demanda, al permitir que cualquier alumno de la UNED, de cualquier punto del país o continente donde hay un centro asociado, pueda tomar parte en este programa.

Se amplían tanto la posibilidad de adaptar los perfiles profesionales requeridos por las empresas a las capacidades de los estudiantes como las opciones de colaboración, debido al hecho de trabajar desde cualquier lugar, con el único requisito de disponer de un ordenador y conexión a Internet. No solo es posible trabajar de manera individual o en grupo con equipos de nuestro país, incluso “en grupos interdisciplinares pertenecientes a distintas universidades”, sino con equipos de otros países, “favoreciendo así la formación en entornos internacionales”, señala FUE. A su vez, otra ventaja afecta a los estudiantes que trabajan y han de compaginar las prácticas con su horario laboral. Para ellos la alternativa virtual representa “la única forma viable de realizar las prácticas”.

Cómo obtener una plaza para realizar prácticas virtuales

Los estudiantes cuyas universidades estén adscritas al programa e-start pueden realizar prácticas no presenciales para obtener el reconocimiento de los créditos correspondientes. Para ello, FUE selecciona a las empresas, asociaciones o instituciones que se ajustan a los contenidos formativos que cursan los alumnos, la universidad las valida, se adjudican las plazas a los alumnos y se habilita a todas las partes en la plataforma.

La plataforma virtual es el entorno donde se desarrollan todas las actividades. En ella el estudiante ha de llevar a cabo las tareas que se le encomiendan y desde ella el tutor empresarial y académico las valoran “con la periodicidad acordada tanto con la universidad como con la empresa”. De este modo se comprueban los avances del alumno y se le orienta en caso de duda o de que el trabajo no responda al planteamiento inicial. Cuando el periodo de prácticas finaliza, el estudiante habrá tenido que completar la propuesta, la empresa certificará el resultado y se le concederán los créditos correspondientes.

Por su parte, los estudiantes de la UNED también tienen la opción de realizar prácticas on line. Para ello, han de enviar su candidatura al COIE e indicar el interés en realizar prácticas virtuales. A partir de la petición, el COIE se encarga de buscar una empresa que se adecue al perfil del alumno y, una vez localizada, ambas entidades establecen el acuerdo de prácticas, en el que se fijan las condiciones.

El estudiante deberá realizar los trabajos que se le encomienden y entregarlos en la fecha acordada a través de la plataforma ALF, habilitada para los alumnos de la UNED. “No se impone un horario ni unas condiciones rígidas, pero hay que cumplir unos mínimos”, señala Ruza. Los estudiantes en prácticas deben respetar las fechas de entrega y estar disponibles para comunicarse con la empresa, cuando esta lo requiera.
Fuente:consumer.es

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