El examen, además, ofrecerá recomendaciones para mejorar la eficiencia energética de las viviendas.

Edificios en mal estado

La secretaria de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas, Beatriz Corredor, ha anunciado que los edificios residenciales con más de 40 años de antigüedad deberán pasar una inspección técnica cada 15 años.

La inspección, además, ofrecerá recomendaciones para mejorar la eficiencia energética de las viviendas, según ha explicado Corredor.

Según la secretaria de Estado, la próxima Ley de Sostenibilidad del Medio Urbano establecerá la obligatoriedad de realizar una inspección técnica de edificios “ya que se trata de un tema que está poco regulado en la legislación autonómica vigente y que carece de un mínimo común denominador para toda España”, ha afirmado.

“Queremos que sea una inspección generalizada”, ha manifestado, por lo que se van a dictar unas normas básicas para que los edificios con 40 años de antigüedad desde su construcción o desde su última rehabilitación pasen una inspección con una periodicidad de 15 años.

Además, se realizará un análisis de la calificación energética de las viviendas que determinará “qué obras o recomendaciones son necesarias para ahorrar energía en la vivienda”, según Corredor, que ha puesto como ejemplo que una inversión de unos 3.500 euros para mejorar la eficiencia energética de una vivienda instalando doble cristal o cambiando la caldera “puede suponer un ahorro de hasta el 76% de su consumo final, lo que equivale a 600 euros anuales que amortizan la inversión cinco o seis años”.

Según la secretaria de Estado, es necesario hablar de la mejora energética “como una inversión y no como un gasto”.

Cataluña ya establece inspecciones

El anuncio de la nueva normativa estatal llega tres meses después de que en Cataluña haya entrado en vigor el decreto que establece las Inspecciones Técnicas de los Edificios (ITE) como una revisión obligatoria que tendrán que pasar todos los edificios de viviendas plurifamiliares que tengan más de 45 años.

En virtud de este decreto, en vigor desde el 25 de febrero, un técnico -arquitecto, aparejador o ingeniero de edificación- inspeccionará visualmente el estado de las viviendas y, en caso de detectar deficiencias, lo comunicará al dueño y al ayuntamiento del municipio para que adopten medidas, y también se prevé informar a la Administración si se encuentran situaciones de infravivienda.

El inspector emitirá un certificado de aptitud -apto o no apto- que será emitido por la Agencia de Vivienda de Cataluña o por los entes locales que hayan querido asumir esta competencia, y tendrá una vigencia de diez años, ya que pasado este tiempo será necesario renovarlo.

Asimismo, la Agencia de Vivienda de Cataluña y las entidades locales podrán obligar a someter a inspección técnica a los edificios que presenten deficiencias, aunque no superen los 45 años de antigüedad.

Fuente:facua.or

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