Las compras por canales telemáticos se han disparado en los últimos años. Internet, contratación por vía telefónica ó, incluso, en stands fuera del propio establecimiento comercial se han convertido en el referente para el mercado español. El problema viene cuando nos exigen un método de pago: ¿qué datos debemos proporcionar?, ¿es seguro dar el número de nuestra tarjeta?.
El más reciente estudio publicado por el Banco de España es claro: nos encanta utilizar la tarjeta de crédito como método de pago.
Sólo en España hay, actualmente, más de 50 millones de tarjetas operativas”.
Una cifra que sigue aumentando. Las empresas lo saben y, con cada vez más frecuencia, encomiendan los pagos telemáticos a éste cómodo recurso. Cómo sí, pero ¿también seguro?.
Cuando dar cada número.
A la hora de realizar una compra telemática (esto es, fuera del establecimiento comercial) el momento de dispensar los datos de nuestra tarjeta puede ser un excelente indicador de la seguridad de la transacción. Pero… ¿qué datos pueden pedirnos?.
- Número de la Tarjeta (Primary Account Number ó PAN): Es la numeración principal de la tarjeta, contiene de 12 a 19 dígitos dígitos e incluye – aunque no lo parezca – datos como el tipo de sistema técnico que utiliza, la entidad que nos la ha expedido y nuestro propio número de usuario. Es un dato que nos van a pedir en toda transacción… y ¡cuidado! por que las tarjetas que tienen menos de 16 dígitos en su PAN (Como la Américan Express ó la Diner´s Club) pueden plantearnos algún que otro problema a la hora de pagar: en España no siempre son admitidas.
- Fecha de Caducidad: Sin éste dato…. el número anterior no sirve para gran cosa. De todas formas tan sólo hoteles, casas rurales y algunas empresas de alquiler van a conformarse sólo con el PAN y la fecha de caducidad (a modo de fianza). Por lo general éstos dos datos – y salvo éstas excepciones – por sí solos no son de gran utilidad para el establecimiento donde estamos haciendo al transacción.
- Nombre y Apellidos: Éste dato se suele pedir, más bien, con fines administrativos y para asociarse a las numeraciones de la tarjeta. Ningún número de los que incluye la tarjeta permite al establecimiento validar la veracidad del nombre. No obstante sí que es conveniente que nos ciñamos al estampado en el plástico si queremos evitar problemas.
- Código de Verificación de Tarjeta: También nos lo pueden pedir como CVC, CAV, CVV, CSC ó CID (depende del modelo de tarjeta) y és el número de tres dígitos que aparece al dorso de la tarjeta. CUIDADO, por que con éste dato, el PAN y la fecha de caducidad… ya sí que es posible que nos apliquen un pago. Obviamente, si nos piden éste dato, es muy probable que nos vayan a cargar alguna cantidad. Aunque sólo sea como fianza.
- Código PIN: Ó Personal Identification Number (“número de identificación personal” en castellano) es el código de acceso concreto de nuestra tarjeta. Es habitual que nos lo pidan en tiendas ó en cajeros, pero – si nos lo solicitan por Internet – debería ser motivo de alarma. Cierto es que hemos detectado APPs que nos lo solicitan para poder actuar como TPV ó puntos virtuales de pago…. pero es una excepción que deberíamos eludir. Si no es en un establecimiento presencial…. deberíamos pensarlo varias veces antes de dar a nadie nuestro PIN.
Seguridad ante todo…
Resumiendo: antes de dispensar cualquiera de éstos datos (sobre todo por Internet), debemos comprobar minuciosamente que el sitio web ó canal de venta es legítimo, fiable y que – de forma manifiesta – va a respetar nuestros Derechos como Consumidor. Igualmente, debemos valorar los datos que nos están pidiendo para evitar cargos indebidos: si sólo desean saber si tenemos una tarjeta de crédito… no tiene demasiado sentido que dispensemos, por ejemplo, el código de seguridad.
…..y por último; si albergamos alguna duda lo mejor es no dispensar dato alguno y, si ya lo hemos hecho, consultar a su entidad ó a nuestro servicio sobre el modo de proceder. Su dinero… está en juego.
Me debitan a debitos de pago