Una de las opciones que más frecuentemente se escogen en verano para los pequeños de la casa son los campamentos o los cursos en el extranjero.

Precisamente, algunas de las reclamaciones que se reciben están relacionadas con disconformidad en relación al servicio recibido o, en el caso de estancias en el extranjero, porque el alojamiento no ha sido como estaba previsto.

Se trata de casos que difícilmente pueden ser resueltos a través de una reclamación de consumo, pues la queja no se puede demostrar fácilmente y suele ser debida a una falta de información por parte de los padres sobre el destino de su hijo o hija.

Por eso, es importante conocer muy bien toda la información sobre las empresas con las que se está contratando, así como tener claras las condiciones de lo que se acuerda, y saber qué requisitos mínimos deben cumplir estas empresas.

Información y facturas

Es importante que la empresa facilite al usuario toda la relación de prestaciones por escrito y que se conserve el contrato hasta el final de la estancia. Los datos que debe contener son:

  • Nombre y domicilio completo del responsable de la oferta.
  • Descripción de los servicios contratados.
  • Precio completo de la actividad, incluidos los impuestos, desglosando, si corresponde, los gastos adicionales que hay que pagar y los suplementos o descuentos que se van a aplicar.
  • Condiciones de pago.
  • Inicio, fin y duración del contrato.
  • Procedimiento por el que se puede poner fin al contrato y si se tiene derecho a la devolución de alguna cantidad.

Es importante que no se firme ni se contrate nada sin tener toda esta información, obligatoria y necesaria para saber si lo que se está contratando cumple con la ley. Si se percibe alguna cláusula abusiva en el contrato (por ejemplo, que se permita a la empresa modificar unilateralmente las condiciones sin motivo o aumentar el precio final sin que el usuario tenga derecho a anular el contrato), es conveniente no firmarlo y poner a continuación una denuncia en la oficina de consumo más cercana.

Si la empresa exige una cantidad a cuenta, es recomendable solicitar un justificante de ese pago. Al abonar el resto, se puede pedir una factura, que será necesaria en caso de reclamación.

También es interesante saber que la información que figura en un folleto publicitario es vinculante, es decir si se escoge un campamento o curso en el extranjero siguiendo la oferta de una publicidad, la empresa debe cumplirla y el usuario puede exigir que así se haga. No sería legal que, en el momento de firmar el contrato, se ofreciesen unas condiciones menos beneficiosas que las que figuran en la publicidad de la actividad.

Cursos en el extranjero

Ante las particularidades de esta contratación, Consumo ofrece una serie de recomendaciones para evitar que sucedan situaciones como las que generan la mayoría de reclamaciones. Es importante tenerlas en cuenta antes de empezar a contratar los cursos, pues las empresas suelen pedir algún dinero por adelantado, que puede no ser reembolsable.

Informarse adecuadamente de todas las particularidades del viaje. Si la empresa con la que se contrata está especializada en este tipo de cursos, ofrecerá la información necesaria y se encargará de la documentación y del transporte. También pueden aconsejarle sobre cuál sería el mejor destino y tipo de alojamiento en función de las necesidades de cada estudiante. Es recomendable prestar atención sobre todo a:

  1. El alojamiento donde permanecerá su hijo. Si va a convivir con una familia, infórmese de cómo es, el tipo de alimentación que sigue, las costumbres, las características de la vivienda…. Si puede, hable antes con la familia. Si el estudiante va a vivir en una residencia, colegio u hotel, averigüe las condiciones que tienen estos alojamientos.
  • Saber si se obtiene algún tipo de diploma y si tiene validez oficial.
  • El tiempo destinado a cursos y a actividades lúdicas.
  • Quién será el coordinador representante de la empresa, por si el estudiante se encontrase con algún problema. Por tratarse generalmente de menores de edad, debe haber una persona responsable de ellos en el país donde vayan a viajar.
  • Qué traslados van incluidos en el precio (entre la casa y la escuela, por ejemplo).
  • Las características del país al que viaja: moneda, precios, servicios sanitarios, medios de transporte cercanos al alojamiento… Procure tener con antelación un plano de la zona.
  1. Cuanto más informado esté el estudiante de cómo va a ser su vida en el otro país, de en qué tipo de ambiente se va a mover y qué diferencias existen entre su propia cultura y la del nuevo entorno, más fácilmente podrá aprovechar la experiencia. Tenga en cuenta que la inadaptación del niño no puede ser objeto de reclamación.
  2. Es recomendable disponer de información completa sobre el curso y otras actividades previstas durante la estancia (como clases de idiomas, visitas culturales, etc.): horarios y fechas; ubicación y si el transporte estaría incluido en el precio; cualificación de los profesores (sobre todo si son cursos de idiomas), etc.

Seguros

Todas las empresas que ofrecen este tipo de actividades deben tener contratado un seguro de accidentes para cubrir cualquier posible percance que el niño pudiera sufrir en las instalaciones o durante la práctica de la actividad, ocasionado por la falta de seguridad o de información.

Además, tendrán que tener contratado un seguro de responsabilidad civil, a través del cual la empresa haría frente a una posible indemnización que se viera obligada a pagar al usuario en caso de verse enfrentados en los tribunales por algún problema.

En los traslados en autobús o avión, recuerde que su hijo debe estar protegido por un seguro obligatorio de viajeros (SOV), del que será responsable la empresa que realice ese transporte. Este seguro cubriría los daños corporales que pudiera sufrir el viajero durante el desplazamiento tanto dentro del territorio nacional como con destino al extranjero.

También es recomendable que la empresa tenga contratado un seguro médico, que pueda cubrir cualquier asistencia médica u hospitalaria en ese país. Independientemente, conviene que su hijo lleve también la tarjeta de la Seguridad Social – en su caso, la tarjeta sanitaria europea- o, si su familia tiene un contrato con una sociedad médica privada, la tarjeta correspondiente.

Por último, dado que estos cursos se suelen reservar con bastante antelación, conviene contratar un seguro de cancelación, por si al final sucediese cualquier inconveniente y no se pudiese realizar. De este modo, no se perdería la totalidad del importe pagado.

Reclamaciones

Procure conservar toda la información que le facilite la empresa con las condiciones del viaje y del curso, así como cualquier documentación que pueda probar que no se han cumplido, si es el caso. Si tuviese algún problema, se incumpliese algún punto del contrato o usted estuviese en desacuerdo con el resultado, le será muy valiosa para poder reclamar después. Sobre todo en el caso de incumplimiento de contrato (por ejemplo si el niño debía alojarse en una casa y le llevaron a otra o no se cumplieron los horarios de las clases), es muy importante disponer de fotografías, videos o lo que considere necesario para poder probarlo después.

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