Aboga por incrementar la flexibilidad en las empresas y mejorar la formación de los trabajadores.
La Unión Europea (UE) exige a España nuevas medidas para combatir el “nivel inaceptablemente alto” de paro. En el documento que recoge las conclusiones de la última cumbre, los socios del euro llaman al Gobierno español a adoptar iniciativas adicionales para estimular el crecimiento y combatir el desempleo. Por lo que se refiere al segundo aspecto, se aboga por intensificar los cambios en el mercado laboral para incrementar “la flexibilidad en las empresas” y mejorar la formación de los trabajadores.
Las conclusiones de la cumbre contienen recomendaciones explícitas para los países que “experimentan tensiones en los mercados de deuda”. Bajo esta premisa, se menciona a los tres países rescatados -Grecia, Irlanda y Portugal-, así como a Italia y España. En el punto dedicado a los retos que afronta el Gobierno español, los miembros de la moneda única valoran en especial el cambio introducido en la Constitución para controlar el gasto público. No obstante, la eurozona insiste en que España debe cumplir “estrictamente” con los planes de reducción de déficit. Se refiere, además, a la necesidad de que la austeridad llegue a todos los niveles de la Administración, en especial, en el ámbito regional.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió al término de la cumbre que los socios han puesto “el acento” en el paro por tratarse del “principal” problema del país. En cualquier caso, valoró que también se “destacan” los avances conseguidos.
Zapatero también se refirió a la fuerte recapitalización de la banca española que exige la UE. En este sentido, dio por seguro que la cifra final será de 17.000 millones de euros en lugar de los 26.000 apuntados. Atribuyó la rebaja a que las autoridades europeas han aceptado los bonos convertibles como elemento a añadir al capital de máxima calidad. La nueva normativa comunitaria reclama a las entidades un colchón de seguridad mínimo del 9% frente al 5% actual.
Zapatero insistió en que las exigencias son “extraordinarias y temporales”. Además, se mostró convencido de que ninguno de los cinco bancos españoles afectados -Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y el Popular- tendrán que recurrir a ayudas públicas. “Sin duda, tienen capacidad para lograr esos 17.000 millones”, apuntó. Aunque España es el país que ha salido peor parado en las recapitalizaciones tras Grecia, el presidente calificó la decisión de “equilibrada”.
Fuente: consumer.es