Aquella tierna estampa de una tienda de mascotas plagada de cachorritos y ternura parecer ser ya cosa del pasado. La afluencia al mercado de animales de dudosa procedencia y escasas garantías, pone en jaque al sector, provocando que el Consumidor tenga cada día más difícil saber si el perro que va a adquirir cumple plenamente la legalidad.
Hace unos días nos sorprendía una muy lamentable noticia: la Policía de Burgos clausuraba una tienda de animales en el barrio de Gamonal ante las lamentables condiciones en las que éstos se encontraban: infecciones graves, parásitos, desnutrición… una situación que, a menor escala, han vivido otros establecimientos y numerosos Consumidores. ¿Qué está pasando?.
Mascotas clandestinas.
La venta de mascotas se está convirtiendo en una actividad muy lucrativa en España, muchas veces aprovechando los numerosos vacíos legales que deja nuestra normativa.
Fuentes veterinarias consultadas por Atención al Consumidor, han reconocido la existencia de amplias granjas clandestinas (habitualmente afincadas en Europa del Este) que trasladan a los animales por toda la zona de la UE, de forma masiva, en camiones que no cuentan con las preceptivas medidas de seguridad y, en muchos casos, portando enfermedades e infecciones que acaban siendo un calvario para el propio animal (frecuentemente acaban con la muerte del cachorro), para sus dueños y, en ocasiones, generan un grave perjuicio económico a establecimientos completamente legales.
… contar con la presencia y opinión de un veterinario de confianza es todo un garante”.
De hecho, una de éstas tiendas especializadas, nos comentaba cómo había cesado la venta de cachorros tras detectar como un proveedor de aparente confianza le había suministrado ejemplares de dudosa procedencia, enfermos y con irregularidades en la documentación. Éstos casos, salvo el que comentábamos al inicio del artículo, rara vez saltan a los Medios y a la Opinión Pública, por lo que – como Consumidores – nos crea una peligrosa sensación de desasistencia.
¿Cómo debemos entonces proceder?.
Ante la progresiva desaparición de las tiendas de mascotas como canal de venta. Muchos usuarios recurren a webs de venta de segunda mano, seducidos por las tiernas fotos que en ellas se publican y los atractivos precios que nos ofrecen. Ésta fórmula la utilizan vendedores totalmente legítimos, pero también organizaciones que buscan un lucro fácil y nos ofrecen unas garantías más bien nulas. En éste sentido, contar con la presencia y opinión de un veterinario de confianza es todo un garante.
Frente a ésta peligrosa alternativa, recomendamos acceder a alguno de los numerosos Criaderos legales que existen en España, que actúan de a cuerdo a la normativa y que nos pueden proporcionar toda la información necesaria para realizar la compra con garantía: documentación del animal, estado de su vacunación, fotografías de los padres ó garantía y asistencia post-venta (de hecho muchos de éstos criaderos mantienen una conexión con el cliente, tras la venta de la mascota) para garantizar que ésta se adapta a sus nuevos dueños y a su nuevo hogar.
Otra alternativa, que recomendamos ampliamente, es recurrir a la adopción mediante Protectoras de Animales. En ellas nos podrán informar de las características del animal, su grado de adaptación al nuevo hogar y sus nuevos propietarios. Muchas de éstas entidades nos van a solicitar datos personales para garantizar el buen curso del proceso de adopción. Con ello, podemos incorporar un nuevo miembro a la familia, realizando – además – una labor solidaria.