Estudios previos habían obtenido resultados contradictorios sobre el efecto del uso habitual de los llamados antiinflamatorios no esteroides (AINE). Aun así, es posible que ciertos grupos de mujeres se beneficien con ciertas dosis de aspirina, otros AINE o acetaminofeno, como Tylenol.

Por ahora, según sostuvo la epidemióloga Lynn Rosenberg, de la Facultad de Salud Pública de la Boston University, no existen pruebas de que esos analgésicos protejan a las mujeres del cáncer mamario.

No deberían tomar aspirina para prevenirlo. Si una mujer desea reducir el riesgo de desarrollar cáncer, existen algunas pruebas bastante convincentes a favor de hacer mucho ejercicio y tener una alimentación rica en frutas y verduras“, opinó.

Los AINE, como el naproxeno (Aleve) y el ibuprofeno (Advil, Motrin), bloquean una enzima que controla la proliferación y la muerte celular, lo que influiría en el riesgo de desarrollar cáncer. Y el acetaminofeno o paracetamol podría reducir los niveles de estrógeno, una hormona clave para ciertas formas de tumores mamarios.

El equipo del doctor Xuehong Zhang, del Hospital de Brigham y las Mujeres en Boston, utilizó datos de un estudio sobre más de 100.000 enfermeras de Estados Unidos que, cada dos años, habían respondido cuestionarios sobre el uso de fármacos, enfermedades, dieta y estilo de vida.

A unas 4.700 de las 84.600 participantes que habían pasado la menopausia y no tenían cáncer al inicio del estudio se les diagnosticó cáncer mamario entre 1980 y el 2008.

El equipo observó que el uso regular de aspirina y otros AINE, incluido el consumo diario durante más de una década, no alteraba el riesgo de las mujeres de desarrollar la enfermedad, según publica el equipo de Zhang en Journal of Clinical Oncology.

Las participantes tomaban aspirina para las jaquecas, la artritis y otros dolores, o para prevenir la enfermedad cardíaca. Las usuarias de acetaminofeno eran algo menos propensas que el resto a que se les diagnosticara cáncer, aunque no hubo relación con la antigüedad del uso ni la dosis o el uso anterior del fármaco y el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Nuestros resultados sugieren que el uso de estos analgésicos no reduciría el riesgo de desarrollar cáncer de pecho. Tampoco se puede asegurar que el uso prolongado de los AINE no aumente el riesgo de padecer la enfermedad“, dijo Zhang.

El Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos estima que una de cada ocho estadounidenses tendrá cáncer mamario.

Rosenberg recordó que “cuando se toman dosis altas y frecuentes de aspirina se pueden padecer sangrados gastrointestinales, lo que es una complicación enorme“. Por lo tanto, dijo que es poco probable que cualquier beneficio contra el cáncer de mama que se pueda descubrir en los analgésicos supere ese riesgo.

Fuente:informe21.com

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