Frigoríficos, lavadoras, lavavajillas y secadoras deberán -desde éste mes de marzo- utilizar un nuevo etiquetado que mostrará su eficiencia energética. Unas etiquetas lingüísticamente neutras, en las que solo se han empleado símbolos y no palabras, para conseguir una compatibilidad y que sean legibles en todos los países.

Nuevas etiquetas energéticas. Cómo leerlas.

Ha sido la Comisión Europea quien la ha modificado, y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, quien ha impulsado su entrada en vigor. La nueva etiqueta energética para electrodomésticos, es una copia de la anterior, pero variando ligeramente el diseño para incorporar información extra.

Principalmente, el cambio que veremos está en las categorías; se mantendrán los colores que van del rojo al verde, pero se ha realizado un cambio en las letras. Volvemos a la escala de clasificación que va de la “A” a la “G”, donde la “A” clasifica a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, y los marcados con la “G” como los menos eficientes.

El nuevo etiquetado es más estricto. En principio, la categoría “A” estará vacía y muy pocos productos podrán obtener la puntuación “B” o “C”. ¿Poqué?, para poder dejar así un margen de mejora para los próximos años. Hasta que, al menos el 30% de los productos del mercado comunitario no obtengan la máxima clasificación, por el momento vacía, los baremos no se revisarán. En este sentido, el reescalado de la clasificación energética dejará espacio a los nuevos desarrollos tecnológicos en las clases más eficientes (A y B), de modo que los productos tecnológicamente más avanzados cuenten con una clasificación adecuada a su eficiencia energética.

Cambio por saturación

Las clases A+, A++ y A+++ de la etiqueta antigua (Directiva Europea 2010/30) desaparecen. Las adaptaciones progresivas en el etiquetado realizado estos años atrás, han ido conduciendo a la confusión del consumidor y a la superpoblación de las franjas de mayor eficiencia energética.

Ésta saturación de productos (A+, A++ ó A+++) había reducido considerablemente el rango de elección por parte del consumidor. Además, el desarrollo de nuevas tecnologías por parte de los fabricantes no podía diferenciarse adecuadamente dentro de la escala de eficiencia establecida, quedándose corta para algunos artículos que ya habían conseguido clasificaciones superiores a la más alta, la A+.

Ahora, con el nuevo sistema de clasificación se ampliarán las opciones de eficiencia en el mercado. Pongamos ejemplos: un frigorífico que con la anterior etiqueta estaba catalogado como A+++ pasará a estar en la categoría “C”. Los que estaban con la etiqueta “A” pasaran al color amarillo y la letra “D”, así, queda libre la clase “A”. En definitiva, el producto de alta eficiencia en realidad continúa siendo el mismo, pero debido a este nuevo método de ensayo, se da opción a esos cambios en cuanto a su clasificación energética.

La Comisión Europea ya explicó que su intención era conseguir etiquetas lingüísticamente neutras. Esto significa que solo se han empleado símbolos, sin palabras, para conseguir la armonización y facilitar su entendimiento en todos los países.

Calendario de implantación

El pasado mes de noviembre de 2020, los fabricantes debían incluir ya las etiquetas en los nuevos productos pero no era obligatorio mostrarlas al público. Ha sido en este mes de marzo, cuando frigoríficos, lavavajillas, lavadoras y dispositivos con pantallas electrónicas, deberán mostrar el etiquetado en los establecimiento de venta. Los neumáticos se agregarán a la base de datos a partir del 1 de mayo de 2021 y en septiembre de éste mismo año, le tocará el turno a los sistema de iluminación; lámparas y bombillas deberán adaptarse. Posteriormente en 2022, serán las secadoras y los aires acondicionados los que deberán aplicar el nuevo etiquetado.

La Comisión ha informado a a fabricantes y vendedores que se ha establecido un periodo de transición de 2 semanas para realizar dicho cambio en todos los productos nuevos. No afectará a los modelo que ya estén en las tiendas, esos podrán conservar la antigua etiqueta.

Información al Consumidor a través de códigos QR

En la esquina superior derecha de la etiqueta, encontraremos un código QR donde una vez capturado con el dispositivo móvil, nos llevará a la base de datos creada por la Unión Europea, donde podremos consultar más detalladamente las categorías del etiquetado energético (EPREL). Una base de datos que ya está disponible y que irá creciendo a medida que los nuevos productos empiecen a utilizar la etiqueta.

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