Época vacacional, se avecinan gastos imprevistos, ir con efectivo a la playa no parece la opción más cómoda. Seguro que a éstas alturas o el Consumidor ó la entidad bancaria ya habrán llegado a la conclusión de que la tarjeta de crédito ó débito es la solución, pero… en realidad ¿qué nos permite hacer éste codiciado pedacito plástico?.

Visa Infinite

Una gran parte de los Consumidores en España, cuando salen de la Entidad Bancaria portando su nueva tarjeta sólo tienen completamente clara una cosa: que la podemos utilizar para pagar en determinados establecimientos (que no en todos). Y poco más.

….Sólo las tarjetas denominadas “Premium” (Oro, Platino…. etc.) nos ofrecen determinadas coberturas adicionales…. el resto NO”.

El banco, probablemente, nos haya dispensado una información genérica sobre su uso, emplazándonos a leer los interminables párrafos de la letra pequeña del contrato en caso de que nos surja cualquier duda. Efectivamente; la mayoría no vamos a hacerlo… y es cuando surgen las inquietudes…. y problemas.

¿Crédito ó Débito?.

Por lo general, las tarjetas que se comercializan en España son de uno de éstos dos tipos. Veamos sus diferencias:

  • Tarjeta de Crédito: Nos permite sacar dinero de nuestra cuenta, pero su mayor ¿virtud? es que, con ella, nos han concedido un crédito económico (que debemos considerar como un “préstamo”) que nos permitirá hacer gastos sin que repercutan directamente en la cuenta bancaria. También nos permite pagar a plazos algunas compras, devolver el préstamo con cierta flexibilidad y, salvo excepciones, se admiten en cualquier país del mundo. De hecho; a la hora de adquirir determinados servicios (alquiler de vehículos, reservas de hoteles, gasolineras en el extranjero….), nos van a exigir que nuestra tarjeta sea, precisamente, de crédito…. por que una gran parte son de otro tipo. ¡Cuidado por que muchas de éstas operaciones nos van a generar intereses… y puede que hasta comisiones!.
  • Tarjeta de Débito: Esta tarjeta sólo nos permite operar con el dinero que tengamos en la cuenta bancaria. Nada más. Lo que gastemos con ella repercute directamente en cuenta y, salvo que utilicemos el cajero de otra entidad bancaria, no suele generar ni comisiones ni intereses. Su mayor problema es que no se suele admitir en muchos establecimientos fuera de España (y menos fuera de la Unión Europea) y, además, suele tener unos “costes de mantenimiento” anuales muchos más elevados que una tarjeta de crédito (el banco siempre intentará que nos decantemos por una de crédito, ya que resultan mucho más rentables para la entidad). Ó dicho de otro modo, si eres usuario de una tarjeta de débito y vas a viajar, consulta antes con tu entidad bancaria.
Teniendo claro el tipo de tarjeta que tenemos e – ¡importante! – si es de crédito cuales son sus límites y condiciones, es más que conveniente tener claro el tipo de coberturas que lleva incluida. Y cuidado con éste tema…. por que muchos Consumidores acabamos siendo presa de numerosas “leyendas urbanas”.

¿Lleva seguro mi tarjeta?.

Hace unos años era habitual que las tarjetas (fundamentalmente las de crédito) llevaran aparejados una serie de servicios como descuentos, asesoría legal, coberturas de viaje, acceso a salas VIP en los aueropuertos… ¡y los famosos seguros!. Actualmente ésto ya no es así y el único servicio que – con total certeza – lleva nuestra tarjeta es el que nos permite reclamar compras fraudulentas ó darnos cobertura ante determinado tipo de delitos (OJO, que no todos).

Sólo las tarjetas denominadas “Premium” (Oro, Platino…. etc.) nos ofrecen determinadas coberturas adicionales…. y aún así quizás no son tan amplias como pensamos. Por ello, antes de contratar  cualquier tipo de formato, debemos pensar para qué lo vamos a utilizar…. y dentro de nuestros requisitos, cual es el modelo que mejor se adapta. Debemos pensar que hay más de 100 tipos de tarjetas en España, y que su coste varía de forma más que notable. Algunos modelos, de hecho, llegan a costar a sus usuarios la nada despreciable cifra de 65.000 € (Visa Inifinte Oro, ver artículo). Sí, han leido bien, casi 11 millones de las antiguas pesetas.

CONCLUSIÓN: Antes de contratar cualquier tipo de tarjeta, debemos hablar con nuestro gestor bancario solicitar por escrito las condiciones de las posibles opciones a contratar y, lo más importante, su coste y coberturas. Paralelamente, ponemos a su entera disposición a nuestro equipo técnico y humano para poder asesorarles en aquellos temas que consideren oportunos.

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