Ha llegado el momento de jubilar tu viejo smartphone. Llevas tiempo esperando éste momento y, aunque probablemente- tendrás que invertir una media de 300 € en la nueva adquisición, te ilusiona la idea de poder disfrutar de ésta nueva tecnología. Sin embargo… hay un extraño fenómeno que puede amargar tan idílico momento: se llama “Bendgate”.
Seguro que antes de comprar tu nuevo teléfono móvil has mirado precios, marcas, características técnicas, ¡cámaras!, y, puede, que hasta la funda.
¿Debo reclamar si padezco “Bendgate”?. Indudablemente sí.
La pregunta clave es…. ¿sabes si tu móvil es de los afectados por el “bendgate”?. Si es así, puede que la vida útil de tu nuevo compañero…. se vea reducida drásticamente.
¿Acabados premium?.
Dos peligrosas tendencias se ponen en contra del usuario cuando – paradójicamente – adquiere un terminal de cierta gama: el afán por que nuestro móvil sea todo lo delgado posible… y, paralelamente, que sus acabados sean metálicos. En ocasiones… una muy mala combinación.
Para responder a ésta demanda y, a la vez, reducir costes de producción, cada vez más fabricantes se unen a la moda de incluir aleaciones de aluminio en sus terminales. El uso y procesado de este metal es extraordinariamente barato (según un estudio de la Universidad de Salamanca el aluminio es el tercer elemento más abundante de la tierra, sólo superado por el silicio y el oxígeno), disipa mucho mejor el calor generado por los modernos procesadores… y nos permite vender el smartphone con la etiqueta de “acabados premium”. Pero… ¿en realidad son tan premium?.
Móviles que se doblan.
Hace unos años saltaron las alarmas con una versión del célebre iPhone 6 que… literalmente se doblaba. Colocarlo en el bolsillo inadecuado, sentarnos con el móvil en el pantalón ó una simple presión generaban una torsión en el terminal. Lo que parecía ser un defecto puntual de fabricación, paso a ser tendencia y prácticamente todos los fabricantes incluyeron en su catálogo modelos con chasis realizado total ó parcialmente en aluminio.
Más barato, más sencillo de procesar, mejor rendimiento térmico y electrónico…. pero también mucho más endeble por que, tal y como señala el estudio de la USAL antes mencionado, éste metal “es maleable y dúctil pero tiene escasa resistencia mecánica“. Como vemos, más que un error de construcción es una propiedad inherente al material que el propio fabricante ha decidido emplear.
¿Debo reclamar si padezco “Bendgate”?.
Indudablemente. Éstas inesperadas torsiones del terminal se traducen de forma directa a un elemento clave: la placa base (dónde van emplazados todos los chips del smartphone) por lo que aunque lográsemos devolver “manualmente” el teléfono a su forma original…. el daño ya está hecho. Algo parecido ocurre con la pantalla.
El problema viene cuando todas éstas vicisitudes se producen con un uso normal del terminal. En éste caso, el doblado anómalo pasa a responder a un defecto de fabricación del terminal que, como ocurre con decenas de referencias, da muestras de incluir una aleación de aluminio inadecuada para el uso habitual del dispositivo.
En Atención al Consumidor hemos comprobado que deteminadas empresas sí asumen éste defecto y resarcen al Consumidor afectado. Otras, lo achacan al “mal uso” por parte del usuario. Si éste es el caso… toca reclamar; no debemos ser nosotros quienes asumamos un fallo de diseño. Nuestro equipo técnico y humano se pone, una vez más, a su entera disposición para poder defender tus derechos si es un@ de los afectad@s.
Hay necesidad de firmar treinta veces en el banco de Santander Coripe para comprar un aifon plus 14?
La verdad me fue del banco,pero quiero saber.firme ayer
Me fie del banco pero no se lo que firme.no lo leí