Las particulares restricciones provocadas por la Pandemia han obligado a muchas familias a utilizar de forma intensiva sus Tarjetas de Crédito, fundamentalmente para la compra de alimentos y bienes de primera necesidad. Muchas de éstas tarjetas siguen comportando intereses desmedidos, por lo que su uso agrava – aún más – el actual endeudamiento de las familias españolas.
Una reciente sentencia del Tribunal Supremo abría una puerta a la esperanza para multitud de Consumidores en España: la justicia considera abusivo (más bien reconoce tal carácter) a una tarjeta de crédito que aplicaba, nada menos que un 27% de interés al usuario. Sin embargo, y cuando ya atisbábamos una resolución justa para miles de usuarios en España…. apareció la Crisis del Covid-19. Y con ella, nuevas y preocupantes necesidades.
Expertos de todo tipo recomendaron a la ciudadanía el uso de tarjetas de crédito y débito para reducir un posible riesgo de infección en una actividad tan cotidiana como hacer la compra.
Las propias entidades bancarias respondieron a tal demanda, incrementando la cantidad que podemos pagar en el Supermercado usando el Contactless; ésto es, sin meter la tarjeta en la ranura de pago ni introducir el número PIN. En unos pocos días el llamado “dinero de plástico” se convirtió en el mejor aliado del comprador. Especialmente en aquellas miles de familias que han sufrido el azote económico generado por la crisis. Pero ¡cuidado!, no todo son bondades…
Pero ¿qué es una Tarjeta Revolving?.
Las llamadas tarjetas Revolving están diseñadas para que podamos pagar todas nuestras compras “a plazos”. A diferencia de las Tarjetas de Crédito convencionales (que realizan la liquidación mensualmente) las revolving nos permiten aplazar todo tipo de compras sin requerir de un estudio de financiación ó evaluación previo ni de todo el papeleo que ello conlleva.
Ésta presunta comodidad esconde un mecanismo realmente peligroso; y es que tanta permisividad tiene un precio: nada menos que un interés cercano – e incluso superior – al 25%. Pero eso…. no es lo peor de todo.
Las tarjetas Revolving nos permiten adaptar las cuotas mensuales a nuestras circunstancias puntules. En situaciones de crisis, obviamente, la mayor parte de los Consumidores optan por aplicar la cuota mínima para que los pagos tengan la menor repercusión posible en la economía familiar. Es cuando el usuario cae en una peligrosa trampa.
El pago mínimo genera que apenas amorticemos el crédito que hemos solicitado; ó dicho de otro modo: prácticamente suben más los intereses y lo adeudado, que lo que estamos pagando mes a mes. ¿Ésto que supone?, que la deuda se convierta en algo eterno, inacabable y que el precio real de todo lo que compramos sea muy superior a lo que pensábamos. A modo de curiosidad diremos que revolving significa literalmente “giratoria”… y entendemos perfectamente por qué.
Éste problema adquiere unas nuevas y preocupantes dimensiones ante la Crisis del Coronavirus: ya que muchas de las operaciones que realizan éstos días los usuarios son para comprar comida y bienes esenciales. Unos productos básicos que acabamos pagando mediante financiación y a unos precios de auténtico lujo.
En Atención al Consumidor estamos ya trabajando para recepcionar las reclamaciones de aquellos Consumidores que se hayan visto atrapados por una tarjeta de éste tipo, y a los que la fulminante aparición del Coronavirus dejó sin demasiadas opciones para ejercer sus Derechos. Si es su caso… no dude en contactar con nosotros.
Hola estoy buscando la forma de dar de baja mi tarjeta de credito y el banco me dice que tengo deuda.. Se puede cancelarla la misma aunque tenga morosidad.
La tarjeta sí se puede cancelar, aunque tenga deuda (imagínate que la has extraviado: habría que cancelarla por seguridad), eso sí… éste proceso no anula los pagos pendientes ó las deudas que hayas adquirido con ella. Es muy importante que éste aspecto lo negocies con tu Entidad Bancaria.