Diariamente recibimos en Atención al Consumidor numerosas consultas sobre situaciones que conculcan los Derechos como Consumidores y Usuarios de numerosos ciudadanos. Lamentablemente, un creciente número de tales sucesos han sido ocasionados por una decisión inadecuada del propio Consumidor.

Errores teclado consumidor

El creciente número de modalidades, productos y canales comerciales genera al Consumidor una sensación de indefensión que, en un creciente número de casos se sortea de manera impulsiva, unilateral…. y  sin haber recurrido previamente al consejo ó asesoramiento de un experto.

Os detallamos cuales son los 5 Errores más comunes que cometemos como Consumidores:

1.- Devolver precipidadamente una factura.

El actual Ordenamiento Jurídico español, nos concede hasta 13 meses para realizar tal operación, pero es cada vez más frecuente emplear impusivamente éste recurso cuando una factura de telefonía, seguros, servicios… no se adapta a lo esperado ó a lo pactado.

Salvo que tengamos plena constancia de haber sufrido una estafa, devolver la factura sin haber resuelto el problema administrativo que lo generó es un error que, por una parte, nos puede suponer una nueva carga económica (penalizaciones, descubiertos, intereses…) y por otra, implicará que la resolución administrativa se dificulte aún más… al incurrirse en un impago y, en muchos casos, en un incumplimiento de contrato por nuestra parte.

¿QUÉ HACER?. Primero buscar asesoramiento profesional y resolver la situación administrativa que generó ésta carga ó factura indebida. Tras ello – y si procede – se recurrirá a la devolución de la factura, pero no antes.

2.- Aferrarse a una ganga…. que no existe.

Todos intentamos obtener el mejor precio en nuestras compras. Disponemos de herramientas – como Internet – que nos permiten optimizar el coste final y optar a las mejores ofertas.

Sin embargo, solemos toparnos con ofertas comerciales que suponen un 70, 80 ó 90% de descuento sobre el precio real de mercado. El problema viene cuando nos empeñamos en aprovecharnos de semejante circunstancia, cueste lo que cueste (…y nunca mejor dicho).

Tras la práctica totalidad de dichas propuestas hay una “letra pequeña” (cuando no una estafa) que convierten a la oferta en un evidente peligro comercial. Como decían nuestros mayores  “nadie da duros a 4 pesetas”.

Incluso, cuando tal oferta procede de un error tipográfico, el obstinarnos en sacar beneficio puede salirnos caro: cada vez más Oficinas de Consumo fallan, en éstos casos (y siempre que se demuestre que no es publicidad engañosa…) a favor del anunciante, ya que queda probado que el consumidor dispone de información suficiente como para conocer el precio real de mercado… por lo que el hecho de intentar beneficiarse de tal error nos puede hacer incurrir en una situación que va desde la llamada  “mala fé, ó mala fides negocial” hasta el intento de estafa (si la diferencia de la oferta con el precio medio de mercado supera los 400 €).

¿QUÉ HACER?. Primero descartar aquellas ofertas que supongan descuentos injustificados mayores del 40% sobre el precio medio de mercado (Internet , y más concretamente portales como twenga.es puede ser una gran referencia en éste sentido). Y, segundo, cerciorarnos de que el canal de venta que estamos usando es el adecuado… y que no estamos ante un error tipográfico ó informático. Y no, en éste último caso, no está necesariamente obligado el vendedor a subsanar económicamente dicha situación.

Continuará….

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