La realización de compras de alimentos y bienes de primera necesidad, es una de las pocas excepciones que podemos observar dentro del actual estado de Confinamiento. Sin embargo, lo que ha sido siempre una acción cotidiana y sencilla, puede suponer un elevado riesgo si no seguimos unas normas elementales.

Hace apenas unos días, una de nuestras usuarias, nos transmitía su enfado tras su experiencia de comprar en un supermercado: la casi total falta de respeto por las normas más básicas (por parte de algunos empleados y numerosos clientes) había generado una situación de riesgo y tensión, innecesariamente peligrosa… y estresante. Tras mes y medio de confinamiento, seguimos haciendo algunas cosas… bastante mal.

Las bolsas reutilizables puedenno ser seguras

Cajeras sin mascarillas, manipulaciones improcedentes de géneros, suciedad y líquidos en la cinta transportadora, inexistencia de distancias de seguridad… la Consumidora nos relató una situación de extremo riesgo que, incluso llegó a agravarse, cuando puso de manifiesto todas éstas irregularidades ante el responsable del establecimiento.

Afortunadamente, podemos asegurar que éste cúmulo de despropósitos es un hecho aislado y, por lo general. Se cumple – por parte de éstos establecimientos – la normativa a rajatabla: control de aforo, guantes de plástico, gel desinfectante, mamparas protectoras. Insistimos, por parte de los establecimientos, pero…. ¿y de los clientes?.

No debemos relajarnos.

No sabemos muy bien si es por que le hemos perdido el miedo al virus, por un afán de “aprovechar” ése pequeño oasis dentro del confinamiento, que es salir a comprar ó simplemente por buscar un pequeño resquicio de “vida normal” antes de tiempo. Pero no, no siempre lo hacemos bien.

El problema se agrava, a partir del día 27 con la posibilidad de que los más pequeños nos acompañen a hacer las compras; Si antes nos costaba cumplir con el protocolo, ahora va a ser aún más difícil.

Por ello, y aunque todos los consejos que vamos a indicar ya son universalmente conocidos, no está de más refrescarlos para que la compra sea aún más segura:

  • Antes de nada, debemos partir de la base de que un supermercado es un espacio público, cerrado, sin ventilación ni luz natural (salvo excepciones) y en el que diariamente se congregan multitud de personas. Vamos; que no es el sitio ideal para saltarse la normativa.
  • Aunque la mayor parte de los establecimientos nos dispensan unos elementos de protección mínimos, no está de más acudir con nuestros propios guantes y mascarilla protectora (ó una prenda textil que nos cubra, en su defecto).
  • Cada vez más comercios instalan pantallas protectoras y cámaras frigoríficas para proteger los productos frescos, sin embargo es habitual que frutas y verduras no cuenten con barreras de protección. Por éste motivo debemos evitar un manipulado excesivo (no es el momento de seleccionar las mejores manzanas una a una).
  • A lo largo de la Pandemia, la distancia de seguridad que debemos observar se ha ido incrementando ostensiblemente. Muchos supermercados han recolocado las guías visuales que sugerían 1.5 metros de separación entre clientes, para llevarlos a 2 metros ó más. Es fundamental respetar ésa distancia. Por lo menos.
  • Nos unimos abiertamente a la recomendación de utilizar la Tarjeta de Crédito como método de pago y el Contactless para verificar el pago (válido para pagos de hasta 50 €, tras el último cambio realizado por las Entidades Bancarias). En caso de que nuestra tarjeta muestre alguna dificultad con éste procedimiento, recomendamos contactar con su Banco para que se configure adecuadamente.
  • Sabéis que somos unos fervientes defensores de las bolsas reutilizables. Ahora lo somos más que nunca, sólo que hacemos aún más hincapié en su adecuada limpieza y mantenimiento. Para los que no lo leyeron en su día, os dejamos un interesante artículo (“¿Son seguras las bolsas reutilizables?” por Atención al Consumidor).
Idea

….y quizás el consejo más importante de todos: PACIENCIA y CIVISMO sobre todo con los Consumidores de mayor edad, a quien debemos ayudar y proteger de forma especial. Vivimos un momento complejo (que afortunadamente superaremos) y debemos entender que también afecta a cómo debemos hacer las compras. Entre todos, vamos a conseguirlo, ¡pero sin bajar todavía la guardia!.

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