Es una de las referencias innegables del actual mercado de la telefonía. Un objeto de deseo que – en el caso de España – tiene un coste cercano al doble del salario mínimo interprofesional. Una compra difícil de asumir para muchos usuarios pero que promete exclusividad, calidad, tecnología e innovación. ¿Realmente cumple con todo lo prometido?.
La ciudad de San Francisco fue el escenario elegido para la presentación de uno de los grandes mitos tecnológicos contemporáneos: el nuevo modelo de iPhone.
En una muy controvertida decisión, Apple ha decidido abandonar parcialmente el conector tradicional para auriculares, por un protocolo propio”.
Un modelo que, al menos hasta ahora, ha marcado las pautas en cuanto a diseño, prestaciones y, ante todo, exclusividad.
Tras el “boom” de ventas experimentado en años anteriores, el fabricante Apple se ha visto obligado a lidiar con el llamado “pinchazo de la burbuja del smartphone” y con él, la necesidad de recuperar un volumen de ventas y una cuota de mercado que amenaza con menguar aún más.
Como solución, la mítica compañía de Cupertino (California) lanzó ayer al mercado su nuevo y flamante modelo: el iPhone 7. El evento sirvió para confirmar su esperado elenco de características y, en definitiva, para mostrarnos a los Consumidores lo que nos vamos a encontrar en el lineal de ventas. Un gran terminal pero… con algunas “lagunas” que muchos críticos no han tardado en destacar.
El iPhone 7 sobre el papel. Lo que no nos gusta.
Sus cualidades saltan – literalmente – a la vista: diseño atractivo, materiales de calidad y el irremplazable lujo (dicho sea en el más amplio de los sentidos) de mostrar el célebre logotipo de la manzana a nuestro entorno. ¿Pero qué hay tras el mero ejercicio de marca y estilo?. Algunas cosas que – quizás – ya no nos gustan tanto:
- Apple se desmarca de la tendencia imperante ofreciendo unas pantallas más pequeñas 4,7 y 5,5 pulgadas que (sobre todo en el caso del modelo más pequeño), pueden nos ser suficientes ante determinadas aplicaciones y, para un creciente número de usuarios (el número de afectados por el llamado Síndrome Visual Informático ó SVI crece exponencialmente en el mundo occidental; una pantalla de 4 pulgadas puede no ser un buen aliado).
- Menos cantidad de pantalla…. y menos calidad, ya que la densidad interna de píxels (elementos de imagen) ofrece unas cifras más propias de la gama media/baja de otros fabricantes: 326 ppi (píxels por pulgada) para el modelo de 4,7 pulgadas y 421 ppi para el de 5,5 pulgadas. Un dato que impresiona más bien poco si tenemos en cuenta que un modelo de gama media (y que cuesta menos de un tercio que el iPhone 7) cómo el BQ Aquaris M5.5 ofrece 5,5 pulgadas y 405 ppi.
- Microprocesador austero: el nuevo chipset de Apple (modelo A10) muestra una estructura de 4 núcleos, los mismos que terminales de gama media (como el superventas Motorola Moto G) ofrecían allá por 2013 a cambio de poco más de 160 €. Es cierto que la frecuencia de funcionamiento es más alta…. pero aún así queda muy, muy lejos de los gamas altas de Android que despuntan con 8 y hasta 10 núcleos (pese a requerir un desembolso aún menor). También en éste sentido esperábamos más de Apple.
- Cámara de gama media: Los modelos de gama media y media/alta de Android parecen haber consensuado el modelo Sony Exmor de 13 MP (megapíxels) que tan excelentes resultados ofrece al usuario final. El iPhone planta cara – a rivales que incluso llegan a superar los 40 MP – con un modesto sensor de 12 MP que, presume de ser 4 veces mejor que los anteriores, pero que – nos tememos – puede no estar a la altura del desembolso requerido.
- Cascos a 159 dólares. En una muy controvertida decisión, Apple ha decidido abandonar parcialmente el conector tradicional para auriculares, por un protocolo propio (sistema “Lightning”) y – no lo dudamos – muy avanzado que requerirá al usuario un desembolso cercano a los 160 dólares (mucho nos tememos que la conversión a euros no arrojará mejor cifra). Cierto es que en el pack se nos ofrece un adaptador para poder emplear un sistema convencional pero…. ¿realmente era necesario recurrir a ésta tecnología?.
- Precio: muy por encima del resto de gama alta. Pese al descenso de ventas experimentado por los de Cupertino, la marca decide mantener su patrón de exclusividad esbozando unos precios finales no aptos para todos los bolsillos: una horquilla que va de los 649 dólares del modelo básico…. hasta los casi 1.100 de las referencias más avanzadas. Una cifra desde luego, al alcance de muy pocos.
Apple y el mercado español.
El mercado español es uno de los más complejos para Apple. La proporción de ventas respecto a Android es cada vez menor. Algo, por otra parte nada difícil de entender cuando la compra de un terminal de ésta gama requiere el desembolso de casi dos salarios mínimos mensuales completos. Ante tal tesitura, el Consumidor español opta por modelos más económicos pero de calidad (gracias, en buena medida a fabricantes locales como BQ, Vexia, Sunstech y a su muy positiva relación calidad/prestaciones/precio).
Por ello, la comercialización del iPhone 7 puede plantear algún que otro problema a Apple en nuestro mercado y ante el actual estado de la economía familiar española. La evolución comercial de la nueva estrella de Cupertino es, más que nunca, una completa incógina en España.
Pues hombre…. mil euretes por algo que puedes perder un fin de semana cualquiera no se yo si me atreveria a comprarlo…
Habria que verlo funcionando para ver si la ventaja respecto a un gama media “premium” justifica el soltar justo el doble de dinero. Un Honor 8 ó un BQ X5 Plus se lo pueden poner muy dificil en los lineales de venta al nuevo iPhone