El navegador por satélite (ó GPS) se ha convertido en un elemento imprescindible para millones de conductores en todo el mundo. Nos permite llegar a nuestro destino de forma rápida y cómoda, pero ¿son seguros éstos dispositivos?.

GPS Navegador asistente satélite conducción

Los sistemas de navegación para automóviles llevan con nosotros muchos más años de los que pensamos. El primer modelo comercial fué desarrollado por Honda, nada menos, que en 1.983.

Ante la avalancha de APPs para smartphone, los fabricantes tradicionales han optado por replantear su modelo de negocio”.

La tecnología GPS (ó posicionamiento por satélite), de origen militar, permitió evolucionar a éstos rudimentarios navegadores convirtiéndolos en sofisticados asistentes para la conducción.

¿Son seguros?.

La inclusión de los primeros modelos con pantalla táctil despertó la alarma ya que, a diferencia de sus antecesores, el conductor podía interactuar con ellos de forma directa y sin, necesariamente, haber detenido el vehículo. Ésta circunstancia los convirtió, más veces de las deseables, en un potencial elemento de distracción y – como tal – en sinónimo de accidente cuando se efectúa una manipulación inadecuada.

El segundo elemento de riesgo puede ser menos obvio… pero igualmente peligroso: las actualizaciones. Ante la avalancha de APPs para smartphone, los fabricantes tradicionales han optado por replantear su modelo de negocio requiriendo de elevados desembolsos a la hora de actualizar nuestro dispositivo.

Tal y como hemos podido comprobar en Atención al Consumidor, los precios anuales de actualización de los modelos más comunes, superan con frecuencia los 50 ó 60€, una cifra que no muchos conductores están dispuestos a desembolsar, sobre todo, cuando por un poco más de dinero, disponemos de smartphones de gama baja que pueden realizar ésta labor con similar eficacia…. y actualizaciones (por el momento) gratuitas.

Ésta circunstancia provoca que miles de conductores transiten diariamente confiando su conducción a dispositivos obsoletos y, cuya información, puede no ser todo lo veraz que precisamos. El riesgo que ésto supone para la conducción es más que evidente.

Consejos.

Para poder utilizar éstos elementos de forma eficaz y segura, es conveniente seguir unas pautas básicas:

  • En primer lugar optar por software y/o dispositivos que podamos actualizar con regularidad para evitar que la información que éstos nos dispensan, interfiera de forma negativa en nuestra conducción.
  • Clave es, también, programar el GPS antes de iniciar el viaje, de ésta forma reduciremos el riesgo de distracción ante una manipulación indebida del dispositivo.
  • Determinadas aplicaciones, como Google Maps y, sobre todo Waze, incluyen ya sistemas de seguridad que evitan la manipulación en marcha del programa y/o la interacción del conductor con el mismo (encomendando tal labor al copiloto).
  • Waze, además, permite a nuestros acompañantes interactuar con la ruta para indicar posibles peligros, obstáculos ó incidencias e, incluso, interactuar con otros vehículos para intercambiar información. Éstas funcionalidades pueden amenizar el viaje a nuestros compañeros de viaje y, a la vez, generar información de utilidad para otros usuarios. Insistimos (el propio software hace también el debido hincapié en ello), en modo alguno el conductor debe asumir tales tareas.
  • ….y por último, quizás lo más obvio e importante: el navegador GPS es tan sólo una asistencia para la conducción, jamás debemos delegar en éstos dispositivos más responsabilidad que la estrictamente necesaria.

Con éstas pautas, y siempre con la seguridad como directriz, el navegador GPS puede convertirse en un excelente aliado para la conducción diaria ahorrándonos tiempo, combustible…. y hasta algún que otro disgusto.

1 COMENTARIO

  1. Les ha faltado poner una de las recomendaciones más importantes: actualice usted su dispositivo siempre que vaya a haber elecciones: seguramente le han llenado el pueblo de rotondas y ni usted ni tu navegador se han dado cuenta de ello

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