Contratar un seguro familiar puede ser útil, pero conviene analizar al detalle sus coberturas para no duplicar garantías y pagar varias veces por las mismas prestaciones.

Los seguros familiares pueden ser suscritos por cada miembro que lo desee -incluso de manera individual- y contemplan unas coberturas básicas (decesos, asistencia de viajes, accidentes, etc.) y otras opcionales en función de las necesidades de cada asegurado. Entre estas se incluyen la protección jurídica, el servicio médico y asistencial y la posibilidad de cobrar un subsidio diario por hospitalización. En el siguiente reportaje se analizan las coberturas y garantías de estos seguros, así como la conveniencia o no de suscribirlos y su coste.

Un seguro muy completo

Las pólizas de asistencia familiar se constituyen como uno de los formatos aseguradores más completos que se pueden contratar en estos momentos, debido al número ilimitado de miembros de la unidad familiar que se pueden adherir a ellas. Aunque hay que tener en cuenta que a medida que la lista se agranda, mayor será el desembolso que habrá que realizar. Es, por tanto, una póliza abierta que, a las garantías básicas, incorpora otras opcionales en función de las necesidades de cada familia y que permite asegurar a abuelos, padres o hijos.

Están comercializadas por la mayoría de aseguradoras, de forma que se puede escoger entre una amplia gama de productos a partir de unas condiciones de contratación mínimas. El precio no difiere mucho entre ellas, y se establece según las coberturas seleccionadas y el capital asegurado.

De ahí que antes de suscribirlas, convenga analizar las necesidades reales de la familia y, además, tener especial cuidado en que las garantías no estén duplicadas a través de otro seguro, ya que se pagaría dos veces por lo mismo. En efecto, el principal elemento que incide de forma negativa en su suscripción es la posibilidad de que el asegurado tenga ya un seguro médico, de accidentes o de decesos que pueda anular o minimizar los efectos de la póliza familiar.

Garantías básicas y opcionales

Este producto asegurador, dentro de las garantías básicas, incluye unos servicios fijos como son el seguro de decesos y otro de asistencia de viajes. A partir de aquí, y en función de cada oferta, cuenta con coberturas para cada tramo de edad del asegurado: los más pequeños, adultos o mayores de 65 años.

1.-   El más importante, y también el que supone un mayor desembolso anual, es el de decesos. Incorpora como principal incentivo las prestaciones derivadas del servicio fúnebre, y en algunas propuestas aseguradoras permite optar por la incineración en lugar de la inhumación. El seguro de decesos también incluye el traslado nacional e internacional en caso de fallecimiento y, en las pólizas más exigentes, hasta un servicio de guardería desde el día del fallecimiento de un asegurado, siempre que haya un menor de edad.

La asistencia domiciliaria a la familia, a los hijos y acompañantes del asegurado fallecido son otras de las coberturas que presenta este tipo de pólizas. Además, en algunas modalidades se tiene derecho a atención psicológica bajo determinados supuestos.

2.-   Otra de las garantías básicas que incluyen es la de asistencia en viajes. En la mayoría de los casos este seguro cubre los gastos médicos de urgencia a consecuencia de enfermedad o accidente grave en el extranjero, depósito de fianza por hospitalización fuera de España (entre 10.000 y 20.000 euros en ambos casos), gastos de intérprete si hay hospitalización fuera de nuestras fronteras, o repatriación sanitaria en caso de accidente o enfermedad graves ocurridos en otros países.

Por lo que se refiere al viaje, los asegurados tienen cubiertos la localización de sus equipajes, el envío de documentos y objetos personales olvidados, la demora o cancelación del viaje, las pérdidas de conexiones o la anulación.

3.–   Por lo que respecta a las garantías opcionales de estos seguros, llama la atención la inclusión de dos coberturas con mucha utilidad para sus beneficiarios, aunque presentan ciertas lagunas que deben conocerse antes de formalizar la póliza:

  • Una de ellas es la médico-asistencial, por la cual se puede acceder a la red de médicos y centros sanitarios, pero bajo unas tarifas establecidas más económicas que a través de otros modelos. No obstante, es aconsejable que quien desee prestaciones médicas más completas se decante por un seguro de salud que, aunque es más caro, incorpora otras asistencias. En cambio, los seguros familiares aportan la posibilidad de realizar cualquier consulta médica o psicología de carácter orientativo, sin diagnostico, a través de una línea telefónica.
    También incorpora una segunda valoración para confirmar o modificar el primer diagnóstico, así como indicar el tratamiento más adecuado.
    El tratamiento dental es otro de los servicios a los que se puede optar a través de esta póliza, pero bajo muchas limitaciones, ya que las prestaciones gratuitas son las más rutinarias: revisión dental, consulta de urgencia o limpieza bucal, entre otras.

 

  • La contratación de un seguro de carácter familiar también da derecho a servicio de protección jurídica, pero bajo ciertas restricciones en su uso, ya que se circunscriben a asistencia jurídica especializada, reclamación de daños, defensa penal, tramitación de expedientes de jurisdicción voluntaria, actuaciones notariales y tramitación de sanciones por circulación de vehículos a motor.
    Conviene saber que en las pólizas que incluyen voluntariamente este servicio se puede hacer consultas con abogados y procuradores sin coste adicional para el asegurado, pero solo en la primera cita.

 

  • Otra de las garantías con las que se puede contar es la de hospitalización por intervención quirúrgica que da derecho a un subsidio diario si hay internamiento, y cuya cuantía dependerá del capital asegurado. En el caso de una base de 10.000 euros, propiciaría un pago diario de 10 euros.

¿Cuánto cuesta una póliza familiar?

El presupuesto que tendrán que afrontar los asegurados para beneficiarse de estas coberturas varía en función, primero de los titulares que se incluyen y, después, de las garantías opcionales suscritas, así como del capital asegurado y la edad de los beneficiarios.

De esta forma, el coste de una póliza con todas las garantías, tanto básicas como opcionales, para una sola persona oscila entre 200 y 300 euros al año, mientras que para una familia de cuatro miembros será entre 500 y 700 euros anuales. Estas cantidades serían aplicadas para los asegurados que tuviesen fijada su residencia en una gran capital. Si su domicilio se ubica en medianas o pequeñas poblaciones, el precio sería menor, desde 120 euros para un solo asegurado, a una franja de entre 400 y 500 euros para una familia de cuatro miembros.

No obstante, si se descartan las garantías opcionales, el presupuesto para cuatro asegurados bajaría en torno a 100 euros al año, mientras que si se suscribe para un solo titular, la rebaja llegaría hasta 40 euros, en función de su edad y la localidad en donde resida.
Fuente: consumer.es

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