El tiempo ha servido para ir rompiendo los mitos, sobre la necesidad del uso de suplementos vitamínicos con fines preventivos, al irse conociendo estudios científicos que demuestran, no solo que su consumo no ha demostrado beneficios adicionales, sino que al parecer se ha asociado a la aparición de enfermedades e incluso cáncer.

En el mes de Abril del año 2008 fue publicado en The Cochrane Library, (Biblioteca Cochrane), un estudio llevado a cabo por investigadores de la universidad de Copenhague en Dinamarca, que analizó los resultados de 67 ensayos clínicos en los que participaron unas 250 mil personas, con relación al uso de suplementos vitamínicos considerados como antioxidantes y que concluye que el consumo de estos productos, entre los cuales incluye a la Vitamina A, Beta caroteno, un precursor de la anterior y la Vitamina E no ayuda a reducir la mortalidad, e incluso podrían aumentar el riesgo de muerte para sus consumidores. En esa oportunidad en alusión a ello, escribí una columna que titulé, “Los suplementos vitamínicos en el banquillo de los acusados

El tiempo ha servido para ir rompiendo los mitos, sobre la necesidad del uso de suplementos vitamínicos con fines preventivos, al irse conociendo estudios científicos que demuestran, no solo que su consumo no ha demostrado beneficios adicionales, sino que al parecer se ha asociado a la aparición de enfermedades e incluso cáncer. Un estudio denominado SELECT, y cuyos resultados fueron publicados el 12 de octubre del 2011 en la revista JAMA, reveló un aumento de un 17% en la aparición de cáncer de próstata en hombres que tomaron dosis altas de vitamina E; otra investigación realizada por expertos de la Universidad de Minnesota, en historias medicas de mujeres, en las cuales estudiaron el consumo de vitaminas, concluyeron que las mujeres que tomaron más suplementos habían aumentado el riesgo de muerte a lo largo de los 19 años del estudio en, promedio, un 2.4 por ciento.

Es bueno aclarar, para evitar malos entendidos, que las vitaminas son indispensables para el organismo porque intervienen en múltiples procesos biológicos y nuestro cuerpo no las produce, por lo cual deben ser incorporadas de fuentes externas a través de los alimentos como frutas y vegetales, siendo sus requerimientos muy precisos, por lo cual una dieta equilibrada garantiza las cantidades necesarias, en la mayoría de los casos, salvo excepciones, como en mujeres embarazadas, ancianos, personas con enfermedades del aparato digestivo, con problemas de absorción, intervenciones quirúrgicas de estomago e intestino, así como en los enfermos renales; en estos casos y bajo prescripción médica, se hace necesario el consumo de suplemento vitamínicos, en presencia de carencia demostrada y no alegre y comercialmente como ha sido la tendencia.

No hay duda de los trastornos a la salud producido por la carencia de vitaminas, que puede ir desde trastornos de la piel hasta demencia; pero las vitaminas sobre todos la liposolubles como la A, D, E y K cuando se consumen en exceso presentan efectos adversos. Se ha establecido una industria, grandes transnacionales de los suplementos como panacea preventiva, vitamina E para evitar la vejez, nada más falso; Selenio para prevenir la Diabetes y ya se demostró desde el año 2007 que el aporte suplementario de selenio no solo no prevenía la diabetes, sino que parece incrementar el riesgo de la aparición de la enfermedad en personas que lo consumen.

Pildoras de tu médico

• Cuando revisamos la literatura científica sobre las vitaminas, nos vamos a encontrar que existe según algunos autores un margen de seguridad “suficientemente amplio”, para la mayoría de la vitaminas, lo que significaría que la cantidad de vitaminas en los alimentos, incluso las de los suplementos no alcanza lo necesario para producir efectos adversos. Pero esto es cierto solo en las vitaminas hidrosolubles, B y A cuando se consumen por vía oral.

• La forma más segura y sana de consumir vitaminas y minerales es en los alimentos sobre todo en las frutas y vegetales y dejar los suplementos, solo en los casos absolutamente necesarios.
Fuente: Dr. Carlos Basanta (analitica.com)

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