¡Nos estafan en Wallapop!

Tras recabar información de distintos Consumidores hemos decidido experimentar de primera mano cómo se realizan las estafas en los portales de segunda mano…. dejando actuar a los ciberdelincuentes. No ha hecho falta esperar mucho y, rápidamente, “han picado el anzuelo” acudiendo a nuestro anuncio…. ¿ó hemos picado nosotros?.

La constante pérdida de poder adquisitivo de las familias españolas ha provocado que las compras, ya no se realicen (con tanta frecuencia) en los establecimientos y tiendas presenciales, las de toda la vida. El Consumidor opta mayoritariamente por los canales de segunda mano; los amigos de lo ajeno lo saben… y aprovechan para disfrutar de “sus particulares rebajas”.

Ya en las rebajas de enero quedó reflejanda la actual crisis económica con un descenso drástico en las compras realizadas en los establecimientos convencionales. La falta de poder adquisitivo obliga a muchos Consumidores ya no sólo a realizar sus compras en canales alternativos; también deben poner a la venta su propia ropa y enseres para obtener un dinero que empieza a escasear.

Lamentablemente, hay auténticas organizaciones dedicadas a aprovechar la inexperiencia de ésos nuevos usuarios para realizar sofisticadas estafas, con lo que ésa venta con la que pretendíamos dar algo de oxígeno a las arcas familiares, se convierte – en realidad – en el enésimo disgusto. En Atención al Consumidor, os vamos a contar cómo suele realizarse éste proceso para no ser víctimas de una estafa (fundamentalmente en Wallapop) y si, lamentablemente, nuestras observaciones llegan tarde para saber cómo reaccionar.

El sistema de la “Falsa Compra”.

El proceso se repite en la mayor parte de los casos que nos reportan los Consumidores. Lo expondremos paso a paso para poder detectar lo antes posible cualquier posible fraude ó estafa.

• Todo empieza cuando el usuario pone a la venta un objeto en alguna de éstas plataformas (Wallapop, Vinted…etc.). Un par de zapatos, un bolso, una prenda… cualquiera de éstos anuncios puede ser un reclamo para los estafadores.
• A continuación, los “amigos de lo ajeno” contactan con nosotros y muestran su interés para adquirir ése objeto. En ocasiones realizan preguntas para ganarnos su confianza como “¿en qué estado se encuentra?, ¿talla más de lo habitual?”… etc.
• Tras un proceso, que parece completamente normal, directamente nos ofrecen pagarnos ¡a través de nuestra propia tarjeta de crédito ó débito!. Obviamente se encienden todas las alarmas… pero aún así decidimos proseguir.
• A continuación nos muestran una clásica “pasarela de pago” que, incluso tiene el logotipo y apariencia de la web de segunda mano dónde estamos realizando la transacción. Introducimos una tarjeta (válida pero sin apenas efectivo) y nos piden sucesivamente más tarjetas alegando que la anterior está dando errores. La idea es acumular el mayor número de tarjetas para poder hacer aún más cargos.
• ….ó dicho de otro modo, en vez de recibir dinero, los estafadores intentan provocar que lo perdamos. La máxima cantidad posible.
• Afortunadamente, éste “desfile” de tarjetas no operativas acaban provocando que el sistema de seguridad de nuestro propio Banco actúe y la operación no puede salir adelante. Obviamente nuestro comprador deja de dar “señales de vida”.

En éste caso… ha habido suerte pero, lamentablemente, no suele ser el resultado habitual. Lo usual es que el vendedor reciba los datos de varias tarjetas de crédito y, en vez de realizar un depósito de dinero, nos cargue numerosos importes. Hasta que lo percibamos… ó bien (como en nuestro caso) sea la propia entidad bancaria la que detenga todo el proceso.

¿Qué hago ahora?

Obviamente, tras realizar ésta operación, el presunto comprador desaparece… por lo que acudir a él para resolver el supuesto “malentendido” es completamente inútil. Es más, probablemente se trate de estafadores que no operan ni desde España… ni desde Europa.

Por éste motivo, precisamente, nuestra banca digital no nos ha pedido confirmación para hacer la operación: éstos ciberdelincuentes suelen utilizar páginas intermedias y pasarelas de pago que no cumplen con la directiva PSD2 de doble autenticación que exige tanto Europa como el Real Decreto-ley 19/2018, de 23 de noviembre, de servicios de pago y otras medidas urgentes en materia financiera (España).

Ó dicho de otra forma: la entidad bancaria no exige que validemos ésa transacción mediante su banca digital. Tampoco – inicialmente –procederá a devolvernos el dinero sustraído con un argumento, aparentemente, irrefutable: es el propio Consumidor quien ha dado voluntariamente sus datos de pago.

….Y es que, efectivamente, dar nuestro número completo de tarjeta a desconocidos (¡ó incluso las claves de la Banca Digital!), por un canal poco seguro, no es la mejor forma de proceder. Las tarjetas son métodos diseñados para el pago, no para la recepción de dinero, por lo que si un tercero intenta que realicemos ésta operación debemos sospechar.

Tal y como indicamos en éste artículo (enlace), la mayor parte de éstos portales de segunda mano (especialmente Wallapop) no disponen de pasarelas ni métodos de pago propios (esto es algo que deben acordar comprador y vendedor) por lo que si alguien nos ofrece una pasarela de éste tipo para pagarnos, podemos tener la certeza de que nos está mintiendo. De hecho así viene expuesto y explicado en el apartado legal de muchas de éstas webs.

Por ése motivo, tampoco será el portal de segunda mano quien asuma nuestras pérdidas, aunque sí es conveniente transmitirles lo ocurrido para que tengan la debida constancia del tipo de prácticas que se están realizando en su propia web.

¿Cómo arreglar, entonces, la estafa que hemos sufrido?. Afortunadamente, en una gran mayoría de las situaciones, ¡hay solución!. Para ello es necesario analizar minuciosamente cada caso, ver qué resortes tenemos disponibles y aplicar una solución personalizada. Para ello ponemos a vuestra entera disposición nuestro equipo técnico y humano que os ayudará con éste (y otros problemas de consumo) las 24 horas del día, todos los días del año.