Practicar deporte es recomendable si se quiere llevar un estilo de vida saludable, pero el deporte sin control y en exceso, puede perjudicar el bienestar general y el estado de salud.

A nivel mundial, el 60% de la población no realiza actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud y más del 80% de la población adolescente del mundo no hace lo suficiente. El sedentarismo produce sobrepeso y según las estimaciones, unos 41 millones de niños menores de cinco años, más de 340 millones de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años y más de 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso. Pero, aunque son datos escalofriantes, la practica de deporte se tiene que hacer con moderación y control médico ya que las consecuencias del sobreentrenamiento son igual de graves.

En los últimos tiempos mucha gente ha comenzado a hacer deportes que requieren especialistas que supervisen y chequeen constantemente que la actividad sea adecuada para cada individuo y su forma física y si no se hace así conlleva enfermedades igual de graves que las que produce el no hacer ejercicio. Las más importantes son: Lesiones, vigorexia, runnorexia, rabdomiólisis, problemas circulatorios y cardiacos, sobrecarga muscular, oxidación del cuerpo, artrosis, ansiedad e insomnio, entre otras y por ello recomienda seguir estos pasos para hacer un deporte saludable y que no sea contraproducente:

Calentamiento y estiramiento de los músculos
La falta de calentamiento y estiramiento de los músculos puede causar lesiones, hay que tomarse muy en serio calentar antes de hacer cualquier ejercicio ya que si no se preparan los músculos es fácil lesionarse. El estiramiento debe ser progresivo para reducir la tensión muscular y activar el cuerpo y la mente. La falta de calentamiento y el ejercicio excesivo hace que las articulaciones sufran y provocan artrosis en partes del cuerpo como las rodillas y hombros.

Equipamiento y ropa adecuada
Un equipamiento adecuado hará que se realicen los ejercicios de forma eficaz y sin posibles lesiones. La ropa debe ser cómoda y a ser posible de algodón para favorecer la regulación de la temperatura corporal, o ropa especializada para que transpire. El calzado tiene que ser adecuado a cada deporte, por ejemplo, no se deberían usar unas zapatillas de fútbol para correr, cada deporte tiene su calzado. Es importante también llevar siempre una pequeña toalla por una cuestión de higiene. Y en ciertos deportes también es necesario llevar complementos como guantes, mochila pequeña para llevar agua, cinturón lumbar…etc.

Ejercicio de forma progresiva y con constancia
Hacer el ejercicio de forma progresiva y con constancia es fundamental, un exceso de ejercicio al principio puede hacer que luego uno se desmotive y tenga el efecto rebote como pasa con las dietas. Lo ideal es hacer unos 150 minutos semanales de deporte dosificado. Enfermedades como la vigorexia y runnorexia hacen que el deporte se viva de una forma compulsiva, llega un punto en el que el deporte es una obsesión y se convierte en una enfermedad, y esta ansiedad incrementa los problemas circulatorios y cardíacos, entre otros. También el exceso de ejercicio sobrecarga los músculos y los oxida por el exceso de sustancias como los radicales libres. Las consecuencias de una mala práctica deportiva no tardan en aparecer.

Elección del ejercicio adecuado
La elección del ejercicio adecuado es lo primero que hay que hacer cuando uno se plantea empezar con una rutina de entrenamiento. Según la edad de cada persona es conveniente un tipo de ejercicios u otros, por eso es fundamental tener asesoramiento. Recomendable hacer uso de los médicos y especialistas para que nos indiquen los ejercicios que mejor se adaptan a nosotros y de estos hacer el que a uno más le guste ya que, además, hay que estar motivado. Hay veces que uno piensa que para hacer ejercicio hay que ir al gimnasio, y eso no es así, simplemente con hacer unas pautas diarias es suficiente para que nuestra salud sea saludable. Se puede bailar, patinar, nadar, salir a dar un paseo e incluso hacer una tabla de ejercicios en casa, el caso es combatir el sedentarismo sin obsesionarse.

Elegir una buena alimentación diaria
La alimentación es fundamental para una vida saludable. Además de tener cuidado con lo que comemos en nuestro día a día hay que tener unas rutinas con la alimentación a la hora de hacer ejercicio. Lo más importante de todo es estar hidratado, hay que beber agua antes, durante y después del ejercicio y también es conveniente tomar bebidas isotónicas. Una vez se está bien hidratado es importante cuidar la alimentación, hay alimentos como los cereales, frutos secos, proteínas y frutas que no deben faltar cuando se hace ejercicio, es conveniente llevar siempre algo encima por si hay una bajada de glucosa.

Descansar y no hacer sobreesfuerzos
Como se ha indicado varias veces el deporte tiene que ser moderado y sin obsesiones. Es conveniente no reducir otras actividades para hacer ejercicio ya que eso puede producir ansiedad, irratibilidad y disconformidad por lo que se hace. Es muy importante escuchar al cuerpo y nunca ponerlo al límite, el exceso de ejercicio puede provocar insomnio y reducir las defensas del organismo lo que incrementa el riesgo de sufrir enfermedades. También hay que dejar descansar a los músculos para que se recuperen y siempre estar en alerta ante las señales del cuerpo.

Chequeos y supervisión médica
Por último, y no por ello menos importante, es fundamental hacerse chequeos continuos, análisis de sangre, pruebas cardiacas… y contar con soluciones de medicina preventiva como las que incluyen los seguros de salud.

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