Caminas tranquilamente por la acera cuando un desconocido se abalanza hacia tí e impacta sin ni siquiera mirarte: sus ojos siguen perdidos, extraviados en su propio mundo, hablando con quienes ya no están siquiera presentes; siempre al dictado… de la pantalla de un móvil.
Ésta situación ha pasado de ser algo meramente anecdótico, a convertirse en una muy peligrosa actitud, encima generalizada.
…Algunos países, como Suecia, se han hartado de éste tipo de comportamientos”.
Millones de españoles vagan por aceras y viales encomendados a su móvil, absortos ante el envío del siguiente WhatsApp.
Peligro para la seguridad vial.
El riesgo más evidente es cuando se mezcla tal actitud con el tránsito viario, bien por que el sujeto trata de combinar conducción y Smartphone, bien por que decide ejercer de peatón obnubilado y combinar éste particular “hobbie” con coches, semáforos y otros peatones.
El impacto de un adulto que vaga en el despiste telefónico, contra una persona mayor, un niño, un discapacitado ó – como bien pudo comprobar un miembro de nuestro equipo – alguien con movilidad reducida, puede desembocar en una lesión, en ocasiones, de incluso de gravedad.
¡Hasta aquí podíamos llegar!.
Algunos países, como Suecia, se han hartado de éste tipo de comportamientos y han incorporado a su señalética la figura que incluimos en éste artículo para avisar a terceros de la presencia de ése nuevo tipo de “zombies” tecnológicos que prefieren encomendarse al emoticono… antes que cuidar su seguridad vial y la de los que les rodean. ¡Precaución!.
