Los gastos habituales de un viaje al extranjero pueden pagarse con la tarjeta de débito y usar la de crédito para situaciones excepcionales.

Para poder afrontar gran parte de los gastos derivados de las jornadas de relax y ocio, estas vacaciones invernales conviene ir provisto de las tarjetas bancarias. Pero hay que saber utilizarlas, administrarlas para evitar un excesivo endeudamiento y cuidarlas para impedir su robo o pérdida.

¿Cómo deberemos afrontar los gastos con tarjetas?

Para pasar unos días de vacaciones en el extranjero es preciso preparar el equipaje, tener en regla el pasaporte y otros documentos… y en ningún caso olvidar llevar las tarjetas de crédito y débito en nuestra cartera. Pero no conviene abusar de las tarjetas de crédito y hay que complementar su uso con las de débito, para que el nivel de endeudamiento no juegue una mala pasada, pues aplican intereses por encima del 12%. El problema puede solucionarse si se pagan los gastos habituales con la de débito y se usa la de crédito para las situaciones excepcionales o cuando surja alguna necesidad no prevista.

Otro aspecto que deberá tenerse en cuenta para ajustar el presupuesto de las vacaciones son las altas comisiones que se aplican al salir de nuestras fronteras por sacar dinero en los cajeros automáticos. La comisión más habitual es del 4%, con un mínimo de 2,40 euros por operación. Para impedir un excesivo gasto por estos movimientos bancarios, se puede emplear una sencilla estrategia que consiste en no retirar pequeñas cantidades en muchas operaciones y sí mayor liquidez, pero de una sola vez.

La seguridad es otro elemento que conviene valorar en las próximas vacaciones. Hay que proteger los “plásticos” de la mejor manera posible. Es importante depositar las tarjetas en las cajas de seguridad disponibles en los hoteles cuando se vaya a realizar una excursión, al salir de noche o al ir a un espectáculo previamente abonado. En los hoteles de alto segmento (cuatro y cinco estrellas), hay cajas en la propia habitación.

No de menor importancia son las compras efectuadas en el extranjero, que casi siempre se realizan con este medio de pago: el regalo para nuestros familiares, un pequeño capricho personal o ese artículo tan especial que solo se puede adquirir en el país de destino. Para estas situaciones tan habituales, es más rentable optar por el cambio de divisas que usar la tarjeta, debido a que el cargo se incluirá con una comisión por cambio de divisa que encarecerá en exceso la operación. En cualquier caso, hay que tener siempre presente que cuanto menos se utilice la tarjeta de crédito, mejor será para nuestra cuenta corriente al asumir menor endeudamiento para los próximos meses.

Comisiones por cambio de divisa

Si se va a salir esta Navidad al extranjero, y en concreto a un país que no esté integrado en la zona euro, conviene conocer que casi todas las entidades tienen establecidas unas comisiones por el cambio de divisa en las tarjetas, que pueden afectar a los gastos durante el viaje. ¿Esto qué supone para los titulares de este medio de pago?

Es un coste económico que les afectará tanto en las compras realizadas, como en las retiradas de efectivo en los cajeros automáticos y que podrá alcanzar el 3% sobre las operaciones realizadas. No obstante, hay algunas excepciones -como las tarjetas de Evobanco-, que permiten retirar dinero desde cualquier cajero del mundo sin estar penalizado por ninguna comisión.

De todos modos, antes de afrontar cualquier operación en estos destinos, conviene comprobar las comisiones que van a cobrar por extraer efectivo desde un cajero. Así se puede constatar si merece o no la pena seguir con este proceso.

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